El gobierno busca que las empresas puedan exportar por correo y con menos trabas

Según Braun, un programa que eliminaría pasos burocráticos y funcionará sobre una plataforma online podría ver la luz en los próximos dos meses. Apuntan a Pymes, sobre todo bodegas pero también pequelas industrias de alto valor agregado.

El Secretario de Comercio, Miguel Braun, confirmó a Infotechnology en una entrevista exclusiva publicada en el número de mayo, que desde el gobierno planean la creación de un régimen de exportación simplificada por courier pensado para las Pyme. “Estamos dando los últimos detalles con la Aduana y la AFIP para aprobar un programa de exportación simplificada vía courier. Esto les permitirá a las Pyme exportadoras, aprovecharla tecnología para no tener que pasar por todos los procedimientos burocráticos de exportación y hacerlo de manera directa”, afirmó Braun.
El proyecto está pensado para impulsar hacia el exterior a, por ejemplo, pequeñas bodegas, pero también a industrias incipientes que producen maquinaria de alto valor agregado, como también así productos tecnológicos. “Por ejemplo, una Pyme que diseña un mainframe especial o sensores médicos, que puede mandar a una empresa en Japón”, ejemplificó el funcionario.
De acuerdo a Braun, el plan podría lanzarse de dentro de los próximos dos meses. “Cualquier courier autorizado va a poder inscribirse al sistema y gestionar directamente las exportaciones de las empresas que se adhieran a ese régimen”, especificó. El sistema estará montado en una plataforma online para que sea simple y se reduzcan los pasos burocráticos al mínimo.

DJAI y SIMI: antes y ahora

Por el momento, está funcionando el sistema SIMI (Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones), que reemplazó en los últimos días de 2015 al criticado sistema de las DJAI (Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación) implementado en 2012 por el entonces Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. La primera etapa de este nuevo mecanismo burocrático para importar productos e insumos es idéntica a la del DJAI: el formato de presentación de los datos solicitados, los estados posibles la solicitud (oficializada, salida -o aprobada-, anulada, observada -o rechazada- y cancelada), los organismos que intervienen y los sujetos alcanzados son prácticamente los del sistema anterior.
Sin embargo, las críticas a las DJAI comenzaban en el segundo paso: estas regían para todos los productos y, en la práctica, la demora en salir hacía que la solicitud se venciera. Era una manera indirecta de desincentivar las importaciones y así limitar la salida de dólares en aquel contexto de escasez de divisas.
Por su parte, el SIMI rige sólo para 1.390 posiciones arancelarias, menos del 10% de todas las posiciones. Antes, con las DJAI, antes de hacer cualquier compra había que pedir autorización, mientras que ahora hay un monitoreo: se regresó a un régimen de Licencias Automáticas y No Automáticas similar a las que había antes del cepo y las restricciones a las importancias. Las No Automáticas aplican para aquellos productos sensibles para la industria nacional.
En el caso de las Automáticas, el plazo máximo de evaluación es de 72 horas, con una extensión de hasta 10 días para casos puntuales. Una vez otorgada la licencia, el plazo para concretar la operación es de 180 días sin posibilidad de prorroga para las automáticas y de 90 días para las No Automáticas (cuyo plazo de aprobación es de hasta 60 días).
A diferencias de lo que sucedía con las DJAI, con el SIMI se puede pagar por adelantado sin necesidad de que esté aprobada, lo que agilizan los tiempos. De cualquier manera, entre los importadores critican la rigidez del sistema actual respecto al de otros países. Es decir, los precios o las cantidades no pueden variar luego de ser consignadas. Otro problema es que si en el mismo container hay productos correspondientes a Licencias Automáticas y No Automáticas, los primeros no se pueden descargar hasta que no estén autorizados los segundos.