La fundadora de la PDH, Graciela Fernández Meijide, habló esta mañana en la 99.9 sobre la particular situación que atraviesan las instituciones. “Creo que todo esto surge de una necesidad política del momento, para acercar opinión pública favorable”, indicó.
Las declaraciones que se han vertido en los medios durante los últimos días respecto de la utilización de la ESMA para determinados fines, sumadas a los dichos de Hebe de Bonafini sobre la Justicia argentina, hicieron eco en Graciela Fernández Meijide, fundadora de la PDH. Esta mañana, en diálogo con la 99.9 expresó sus opiniones sobre estos temas. “No hay consistencia cuando se habla de Derechos Humanos, se los relaciona con el pasado exclusivamente, cuando es algo que se instaló recientemente con las consecuencias de la Dictadura; pero es mucho más amplio que eso. Incluye el derecho a la educación, la salud, la libertad de pensar, de exigir; son muchos los derechos. Y por otro lado, quienes hoy están en el poder nunca demostraron, antes de la llegada a la presidencia, un interés especial por el tema de los Derechos Humanos”, resaltó. Luego abundó: “de repente aparecen como los dueños del tema. Creo que era una necesidad política del momento, para acercar opinión pública favorable. Quizás, por esa misma razón se comete el error de entrar en la ESMA y decir ‘por primera vez entró el Estado acá’ como dijo Kirchner. Yo puedo decir que acompañé a los sobrevivientes de la ESMA recorriendo el lugar y sintiendo la conmoción que ellos pasaron”.
El hecho de traer a colación un hecho puntual, sirvió de ejemplo para ilustrar una afirmación más profunda sobre el verdadero problema de fondo, el autoritarismo: “de esos errores vienen estos desbordes. Alak siente que tiene que disminuir la gravedad del tema y termina diciendo que no era un asado sino unos sándwiches. Y la Presidenta, erróneamente a mi criterio, dice ‘se van a hacer todos los asados que haya que hacer’. Son defasajes permanentes”, dijo Fernández Meijide.
En su análisis, incluyó lo que sucede actualmente con la Justicia en nuestro país y se refirió las críticas que llegan desde el propio Gobierno: “en este gobierno, las instituciones o son afines al pensamiento presidencial o no sirven para nada y uno se las puede llevar por delante; empezando por la Justicia”.
En cuanto a los dichos de Bonafini, Fernández Meijide comentó: “en el caso de las declaraciones de Hebe, uno tiene que preguntarse por las condiciones psicológicas y un autoritarismo que existió siempre. Hebe condujo Madres, que fue un organismo muy valiente, y quedó como un símbolo, porque era muy autoritaria y fue bien elegida. Para enfrentarse con un autoritarismo como el de la Junta Militar, hacía falta un emergente autoritario. Pero eso después conspira contra la construcción. En política y en los Derechos Humanos, debe haber acuerdos y consensos, que dan los mejores gobiernos. La democracia no es sólo la mayoría y su opinión, sino el sistema que permite respetar la opinión de las minorías”.
Lo peor de todo esto tiene que ver con el avasallamiento de las instituciones y el ejemplo que se le da a los jóvenes: “me pregunto cuánta responsabilidad hay en que hoy los jóvenes que se están formando, sientan respeto por las reglas y las leyes con los ejemplos que se están dando desde lugares simbólicos. Lo de Hebe fue un amplio desacato a la Corte, y si no la procesan es porque la consideran inimputable”.
Por último, Graciela Fernández Meijide agregó que “las movilizaciones de fin de año pasado están marcando un hartazgo que empieza a movilizarse”.