La ministra de Seguridad y su segundo hablaron frente a la Bicameral. Berni opacó a su jefa y reveló datos preocupantes sobre el tráfico de drogas. Apuntaron a la Justicia.
Con la inseguridad y el narcotráfico al tope de la agenda, la ministra de Seguridad, Cecilia Rodríguez, y el secretario Sergio Berni se presentaron finalmente ayer ante el Congreso. Allí relativizaron el papel de la radarización de las fronteras en el combate contra el tráfico de drogas, reconocieron la existencia de pistas de aterrizaje irregulares que primero Berni calificó de clandestinas, aunque luego se rectificó- y apuntaron a la Justicia por la demora en los tiempos procesales.
El secretario fue quien llevó la voz cantante durante las cuatro horas en las que él y su superior respondieron las preguntas de la oposición. La ministra, visiblemente nerviosa al leer su informe en la apertura de la reunión, quedó opacada e incluso, cuando prefirió no responder sobre radarización y pasarle la pelota al Ministerio de Defensa, el jefe de los senadores oficialistas, Miguel Pichetto, pareció desautorizarla. Como refiriéndose a la oposición, el senador reclamó contarle a los argentinos lo que hacen otros argentinos, y le pidió explícitamente a Berni que intervenga.
Hasta ese momento el Secretario no había emitido palabra, pero de ahí en más dominó la escena. Es importante el radar, pero no excluyente. No es determinante. Tiene un montón de fallas. ¿Dónde está sino el avión de Malaysian Airlines? La lucha contra el narcotráfico no es matemática, no es una ciencia precisa, advirtió tras cruzarse a los gritos con Graciela Camaño, del Frente Renovador, quien se enfocó en el presupuesto que invirtió hasta ahora el Gobierno para, justamente, radarizar las fronteras.
Además, el secretario les pidió a la Justicia y al Congreso herramientas procesales más rápidas para la lucha contra el narcotráfico y relató un operativo en el que las fuerzas de seguridad estaban listas para un operativo pero el juez pedía para allanar elementos contundentes. El principal problema que tenemos son los tiempos, aseguró.
Berni, que se entendió mejor que otros funcionarios kirchneristas con los senadores opositores, pidió sumar juzgados federales y personal. Además contó que le planteó personalmente a Ricardo Lorenzetti, el presidente de la Corte Suprema, la necesidad de que los juzgados tengan una secretaría temática de narcotráfico.
En ese punto, Rodríguez profundizó algo más y, en una brevísima intervención, citó un informe de la Procuraduría de Narcocriminalidad que marca que la mayor parte de las causas en la Justicia Federal son por consumo y no por tráfico. No tengamos las cárceles llenas de consumidores, pidió.
El jujeño Gerardo Morales, que insistió con el tema radares, preguntó además por las pistas de aterrizaje clandestinas. En dos años no detectaron un solo avión con drogas, se quejó. Berni lo rebatió. No agote la imaginación en el radar. La semana pasada hemos detenido dos avionetas y hace más de un mes, cuatro, aseguró y graficó la situación con el tráfico hormiga de hojas de coca en la frontera. Ante su anécdota, Morales le mostró sonriente la bolsita que usa para su habitual coqueo.
El secretario reconoció en ese marco la existencia de pistas de aterrizaje irregulares, sobre las que el Ministerio procura algún tipo de control. Clandestinas tenemos relevadas 500, dijo primero, para luego aclarar que se refería a construcciones irregulares, privadas, en estancias del interior del país.
Sobre el final, volvió a tener un cruce áspero, esta vez con el diputado cobista Luis Petri. El legislador refirió estadísticas de Naciones Unidas sobre la seguridad en la Argentina, que Berni refutó a los gritos. ¡Si quiere aportar, aporte, pero no diga cosas sin sentido! Naciones Unidas sacó un informe hace tres días en el que dice que la Argentina es uno de los países más seguros de Latinoamérica, enfatizó.