Misteriosa muerte de un sobrino de la titular de AVIVI

Un sobrino de María Elena Leuzzi murió de un balazo en la cabeza. Aún no está claro si fue un suicidio o lo asesinaron.

María-Elena-LeuzziUn sobrino de María Elena Leuzzi, titular de la Asociación de Víctimas de Violaciones (AVIVI), murió de un balazo en la cabeza en una casa de la localidad bonaerense de San Fernando, pero todavía no está claro si se suicidó o lo mataron. Marcos Leuzzi (25) recibió un disparo en la sien derecha. María Elena Leuzzi dijo ayer a la prensa que su sobrino “no tenía motivos para suicidarse” y que los investigadores “están mintiendo”.
Verónica, la hermana de Marcos, coincidió con ella. Ocurrió en la casa de un conocido de Leuzzi, en Sarratea 2540, a donde había ido a comer un asado. Fueron sus amigos quienes lo trasladaron en su propio auto al hospital de San Fernando, donde el joven murió a las 10.30. Quienes lo llevaron relataron a los médicos que la víctima había sido atacada dentro de su vehículo, en un supuesto intento de robo.
El superintendente de la Zona Norte de la Policía bonaerense, comisario mayor Néstor Larrauri, aseguró que lo llamativo del caso es que los amigos de Leuzzi y hasta el padre del joven muerto dieron dos versiones distintas del hecho. “Cuando los policías llegaron al lugar dijeron que el muchacho había sido encontrado desvanecido dentro de su auto, en el asiento del conductor”, pero “en la comisaría relataron que todo se había producido dentro de la casa”, dijo el jefe policial.
Según Larrauri, ese domicilio estaba siendo investigado en una causa por venta de drogas. De acuerdo al relato de los testigos, del asado participaron el dueño de casa, de nombre Julio, su esposa y otros cuatro conocidos del barrio. Todos contaron que Marcos se dirigió a una terraza, extrajo un arma calibre .22 y se disparó un tiro en la sien. Ayer al mediodía, la Policía realizó un allanamiento de urgencia en la casa y secuestró una pistola calibre .22 y una vaina servida. Además, se hallaron manchas que podrían ser de sangre.
“Eran todos amigos y conocidos del barrio, lo raro fue que primero dieron una versión de lo que pasó y luego dijeron que se trató de un intento de suicidio, por eso no se entiende bien”, dijo el abogado de la familia Leuzzi, Andrés Bonicalzi. Fuentes policiales aseguraron que el dueño de casa y las otras personas que participaron del asado quedaron alojadas en la comisaría de San Fernando, en principio, en calidad de demorados.