El pasado martes en el Reino Unido, una pareja fue acusada de homicidio tras planear e iniciar un incendio en el que murieron seis de sus hijos. Este hecho, ocurrido en mayo de 2012, fue uno de los más trágicos y conmovedores que ha vivido el país.
La fiscalía a cargo acusó a la pareja compuesta por Mick y Mairead Philpott, basándose en que querían llamar la atención y en que, finalmente, todo les salió mal. Según los abogados, Philpott era agresivo y calculador, y tenía como único objetivo manipular al gobierno y al sistema de beneficencia para que le dieran una casa más grande.
De hecho, este individuo ya era conocido por aparecer en un talk-show en el 2006. Los medios de comunicación lo llamaron “el mayor aprovechador de Reino Unido”. A partir de ahí, todos conocían su historia de vida. Padre de 15 hijos procreados con cinco mujeres, mantenido por los subsidios del gobierno. Además, se supo que vivía en la misma casa con su esposa, Mairead, y su amante, Linda Willis, y que las dos estaban embarazadas.
En 2007, la diputada conservadora Ann Widdecombe decidió pasar una semana con la familia Philpott como parte de un documental para la televisión. A raíz de esa experiencia, le explicó a la BB que “era un hombre muy enojado. Vivía con una rabia enorme. Pero también tenía una afabilidad superficial que le permitía llevarse bien con sus vecinos, por ejemplo. Pero era un manipulador. Manipulaba al sistema de subsidios del gobierno, manipulaba a las mujeres, manipulaba a los medios de comunicación. Todo lo que deseaba era que el gobierno le diera una casa más grande. Ahora me complace decir que el ayuntamiento fue bastante sensato”.
Con ese afán de conseguir una casa más amplia, Philpott planeó otra estrategia para conseguir su objetivo. En enero de 2012 vivían en la casa en Derby, en el centro de Inglaterra, Philpott, Mairead, los cinco hijos de ambos, un adolescente hijo de Mairead y la amante Lisa Willis con sus cinco hijos. En total: tres adultos y once niños. Además, Philpott tenía otros cinco hijos de dos mujeres, pero ninguno de ellos vivía en la casa.
La fiscalía declaró que Philpott ejercía el control sobre su esposa y sobre Willis. Cuando ambas salían a trabajar, él se quedaba viendo televisión y todos los subsidios que el gobierno les pagaba a ambas familias iban directamente a su cuenta bancaria. En mayo de 2012, junto a Paul Mosley, un amigo de la pareja, y con el objetivo de responsabilizar a Willis, hacer el rescate y quedar como un héroe para obtener la custodia de los niños y recibir una nueva casa, tuvo la idea de provocar el incendio. Fianlmente, sus planes fracasaron y murieron los cinco hijos de Mick Philpott y el hijo adolescente de Mairead.