Los cuatro detenidos están acusados de corrupción, blanqueo de dinero y organización criminal. La Fiscalía belga informa de un nuevo registro ayer, en el domicilio de otro eurodiputado sospechoso de formar parte de la trama de sobornos de Qatar en Bruselas.
El juez de instrucción belga al frente de la investigación de la presunta trama de sobornos orquestada por Qatar en Bruselas, Michel Claise, ha decidido hoy domingo mantener en prisión a cuatro de los sospechosos detenidos, “inculpados de pertenencia a organización criminal, blanqueo de dinero y corrupción” y ha puesto en libertad a otras dos. El comunicado de la Fiscalía belga no ha confirmado la identidad de estas personas pero de acuerdo con fuentes judiciales citadas por AFP y la prensa belga, una de ellas es la eurodiputada griega Eva Kaili, vicepresidenta de la Eurocámara.
Los otros tres detenidos, según estas fuentes, son la pareja de la política griega, el asesor parlamentario Francesco Giorgi, que trabaja para el grupo socialista europeo; el exeuroparlamentario italiano Pier Antonio Panzeri y, por último, el lobista Niccolò Figà-Talamanca, secretario general de la oenegé No Peace Without Justice. El comunicado del Ministerio Público belga eleva finalmente a seis el número de personas detenidas en la macrorredada del viernes. Las dos que hoy han sido puestas en libertad son, de acuerdo con las fuentes citadas, se trata de el secretario general de la Confederación Internacional de Trabajadores, Luca Visentini, y el padre de la eurodiputada griega, a quien la policía sorprendió tratando de huir con bolsas llenas de dinero. De acuerdo con Le Soir, este último estaría en libertad “con condiciones”, algo que la Fiscalía no ha precisado.
La operación sigue abierta y ayer a las ocho de la tarde los agentes de la unidad anticorrupción del Ministerio Público realizaron un nuevo registro “en el domicilio de un eurodiputado”. El comunicado oficial no da el nombre del político en cuestión pero el diario Le Soir, que dio la primicia de la investigación, afirma que se trata del socialista francófono belga Marc Tarabella. Ya el viernes los agentes registraron y sellaron el despacho de un asistente ligado a Tarabella en la sede de la Eurocámara en Bruselas. “En interés de la investigación, no se va a dar ninguna información más por el momento”, concluye la Fiscalía.
Tanto Kaili como Panzeri fueron expulsados de sus respectivos partidos políticos (el PASOK en el caso de la griega, el Partito Democratico en el del italiano) a las pocas horas de que trascendiera la gravedad de los delitos por los que están siendo investigados. El grupo socialista europeo, al que pertenece Kaili, propondrá en el pleno que comienza mañana retirarle el cargo de vicepresidenta, una propuesta para la que necesitará el apoyo de tres quintas partes de la cámara y que saldrá adelante sin problemas. Entretanto, la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, comunicó anoche a los otros trece vicepresidentes de la institución que ha suspendido las competencias delegadas a la diputada griega por su cargo de vicepresidenta.
El escándalo ha provocado un auténtico terremoto en Bruselas. El Parlamento Europeo es la institución con mejor imagen a ojos de los ciudadanos de los Veintisiete y, más allá de su papel como colegislador, es un firme defensor del estado de derecho en la Unión ante los abusos en países como Hungría o Polonia. Fuentes de la cámara se preguntan con qué autoridad van ahora a criticar a estos estados miembros. Los Verdes y el grupo de Izquierda Unitaria Europea (GUE) han reclamado una reforma a fondo del código de conducta y los mecanismos de control internos de la institución como única respuesta posible a este escándalo, el peor al que se enfrenta una institución que este año cumple 70 años.