El jurado declara culpable de todos los cargos al policía que mató a George Floyd

Derek Chauvin podría ser sentenciado a un máximo de 12 años y medio de prisión por cada uno de los dos cargos de asesinato y a cuatro años de cárcel por el de homicidio.

Derek Chauvin, el exagente de policía de Mineápolis que causó la muerte del afroamericano George Floyd al arrodillarse sobre su cuello durante más de nueve minutos, fue hallado culpable de todos los cargos a los que se enfrentaba. El primero, asesinato en segundo grado, está penado con hasta 40 años de cárcel; el segundo, asesinato en tercer grado, tiene una condena máxima de 25 años, y el tercero, homicidio en segundo grado, acarrea hasta 10 años de privación de libertad. Al no poseer antecedentes penales, solo podría ser condenado a un máximo de 12 años y medio de prisión por cada uno de los primeros dos cargos y a cuatro años de cárcel por el tercero.

El jurado, compuesto por seis personas blancas, cuatro afroamericanas y dos multirraciales del estado de Minnesota, alcanzó el veredicto tras 10 horas y media de deliberación. Chauvin fue inmediatamente detenido tras darse a conocer el veredicto del jurado y será sentenciado en las próximas semanas.

El veredicto supone la culminación de tres semanas de testimonios que fueron retransmitidos en vivo a una audiencia a escala global. El jurado de 12 personas escuchó a un total de 45 testigos, 38 de ellos convocados por la parte demandante y siete por parte de la defensa de Chauvin. A lo largo del juicio, los fiscales llamaron al estrado a civiles presentes en el momento de la muerte de Floyd, policías y expertos médicos que respaldaron el argumento principal de la acusación: que el afroamericano de 46 años murió porque la rodilla del agente blanco presionó su cuello durante más de nueve minutos. “Crean a sus ojos”, reiteró este lunes el fiscal Steve Schleicher a los miembros del jurado.

Por su parte, la defensa de Chauvin argumentó que el acusado actuó como lo hubiera hecho cualquier agente razonable, indicando a su vez que existían otros posibles factores que contribuyeron a la muerte de Floyd, como los problemas cardíacos o el uso de drogas. También señaló la supuesta presencia de transeúntes “hostiles” que se reunieron alrededor del policía y lo distrajeron durante el arresto, impidiéndole brindar a Floyd la atención médica que necesitaba.

El presidente estadounidense, Joe Biden, celebró este martes que se haya hecho “justicia”. Biden se declaró “aliviado” por el veredicto durante una llamada telefónica con el hermano de Floyd, Philonise, que fue grabada en vídeo y publicada en Twitter por el abogado de la familia, Ben Crump. Los comentarios de Biden resultaron extraordinarios porque los presidentes no suelen tomar partido por un resultado en un proceso penal. El lunes, el juez que preside el proceso, Peter Cahill, pidió que los políticos del país “dejen de hablar sobre este caso”.

El veredicto también se produce en un contexto de creciente tensión racial en Estados Unidos tras la muerte a manos de una agente de policía del afroamericano Daunte Wright, de 20 años, en Brooklyn Center (Minnesota), y del latino Adam Toledo, de 13 años, en Chicago, ocurridos ambos en las últimas semanas. En Mineápolis, más de 3.000 miembros de la Guardia Nacional estadounidense fueron desplegados en el área metropolitana de la ciudad, y vehículos blindados cubrían la mayoría de las esquinas en previsión de posibles protestas masivas.

“No llamaría justicia al veredicto de hoy, porque la justicia implica restauración. Pero es una rendición de cuentas, que es el primer paso hacia la justicia”, manifestó Keith Ellison, fiscal general de Minnesota, tras el veredicto.

Un caso para la historia que todavía no ha terminado

La condena de Chauvin supone la culminación de casi 11 meses de manifestaciones y exigencias de reformas policiales a lo largo y ancho de Estados Unidos. El caso marca un raro ejemplo de un miembro de las fuerzas del orden que enfrenta consecuencias legales por su papel en la muerte de un afroamericano desarmado.

Sin embargo, aunque el juicio contra Chauvin está cerca de concluir, el proceso judicial a raíz de la muerte de Floyd continuará a lo largo de los próximos meses. El agente condenado solo era uno de los cuatro que respondieron a una llamada procedente de una tienda del sur de Mineápolis el 25 de mayo de 2020 después de que el afroamericano utilizara, supuestamente, un billete falso de 20 dólares para comprar un paquete de cigarrillos. Tras ser esposado, Floyd se negó a meterse en el vehículo de la policía, alegando que sufría de claustrofobia. Tras una breve refriega, tres agentes, incluido Chauvin, tumbaron al detenido en el suelo y lo inmovilizaron. A pesar de que repitió en varias ocasiones que no podía respirar, los policías hicieron caso omiso. Nueve minutos y 29 segundos después, George Floyd había muerto.

Está previsto que los otros tres expolicías involucrados en el asesinato, Thomas Lane, J. Alexander Kueng y Tou Thao, sean juzgados juntos el próximo mes de agosto.