El abogado Cristian Moix lleva adelante una denuncia que pone en la mira a Eduardo Bruzzeta, responsable de Inspección General, por pedir dinero para la realización de fiestas privadas y declarar que debía rendírselo a Pulti. Esta mañana en la 99.9, señaló que “la justicia tendría que investigar el enriquecimiento que han tenido los funcionarios de esta administración pública”.
El gobierno de Gustavo Pulti y su figura en particular siguen sumando causas por corrupción. Luego de que el negocio de las licencias truchas quedara al descubierto, va cobrando fuerza una denuncia contra el director de Inspección General, Eduardo Bruzzeta, acusado de extorsión, entre otras cosas.
El abogado Cristian Moix, responsable de dicha denuncia, habló esta mañana en la 99.9 sobre este “combo” de causas que dejan muy mal parada a la gestión actual y al propio Intendente. “La denuncia se efectuó en enero. Por todo lo sucedido con las credenciales falsas en Tránsito, durante la semana pasada tuvimos una discusión con el fiscal Marcos Pagella y se le planteó que se había efectuado un procedimiento con más de 20 personas detenidas, pero nunca se había imputado a Pulti. Dijimos que veíamos que el Ministerio Público omitía investigar causas de la gestión Pulti”, indicó.
Si bien a Pagella no le gustó mucho el planteo, hubo una respuesta: “de ahí surgió el procesamiento, que estaba siendo pedido hace más de dos meses. Este procesamiento hacia Bruzzeta parece indicar que el Ministerio Público Fiscal no procesa a Pulti”, remarcó Moix.
Los procedimientos que se realizaron, por ejemplo, en torno a la cusa por las licencias truchas, no son más que una máscara para “vender” cierta imagen. “El fiscal general Fernández Garello viene desde el ámbito político, ha estado en el Concejo Deliberante y ha tenido relación con la gestión Russak, de la cual vino Pulti. Se hacen procedimientos para las cámaras y no se hacen investigaciones de rigor. Llegamos a la conclusión de que la bandera de la ética pública no es levantada por esta gestión”, señaló el letrado.
Y explicó cómo llegaron a denunciar al responsable de Inspección General: “dos ciudadanos efectuaron una denuncia contra Bruzzeta, que tenía la costumbre de entrar a los domicilios con la excusa de que se estaba haciendo un evento o una fiesta ilegal porque no se había pedido autorización a la Municipalidad. En realidad, parece que cuando hace estos ingresos, hace un juicio ejecutivo para cobrar un pagaré que nunca le dieron. Estas personas denuncian que venían sufriendo acoso de Bruzzeta hace más de un año, les decía que si no pagaban 30.000 pesos por cada evento los iban a voltear, porque tenían que rendirlo ante Pulti. La denuncia no había tenido avances significativos hasta la semana pasada”.
Como suele suceder en otros procedimientos, el Dr. Moix destacó que “Bruzzeta entró sin orden de allanamiento, en violación de los deberes de funcionario público y con abuso de autoridad. Hubo coacción o extorsión; mínimo, tentativa de defraudación. Desde la pirámide de la actividad pública, el Intendente dejaría hacer a sus funcionarios por acción y omisión hechos de este tipo”.
La llamativa aparición de tantos hechos a la vez no deja de sorprender al abogado, pero también deja cada vez más claro el carácter fraudulento de la administración actual: “esta denuncia llega porque me encuentro con tres causas distintas donde el aparato del Estado parece estar para permitir que se hagan algunos actos de corrupción, enriquecerse de forma exponencial y perseguir a aquellos que se manifiesten opositores. Es tal el nivel de desprolijidad de esta administración, que un abogado particular se encuentra en su trabajo cotidiano con causas de este tipo”.
Finalmente, Moix pidió que los fiscales actúen sobre otro tema que puede descubrir nuevos hechos de corrupción: “la justicia tendría que investigar el enriquecimiento que han tenido los funcionarios de esta administración pública. Nos encontramos con un Intendente que llega a la gestión con un inmueble doblemente hipotecado, y habría que investigar cómo es su patrimonio hoy”.