Eric Garner murió de asfixia tras repetir varias veces “No puedo respirar” al agente que le había rodeado el cuello con el brazo para reducirle.
El Departamento de Justicia de EEUU informó este martes de que no presentará cargos contra un policía de Nueva York por la muerte de Eric Garner, un hombre negro desarmado que alertó que no podía respirar cuando era reducido, lo que ha causado indignación entre familiares y la comunidad afroamericana.
Las imágenes en las que se aprecia a Garner decir repetidamente “No puedo respirar” cuando era reducido por varios agentes -uno de los cuales presuntamente pudo estrangularlo- han sido emitidas en muchas ocasiones por las cadenas de televisión de Estados Unidos.
No obstante, el Departamento de Justicia concluyó este martes su investigación de cinco años y decidió no tirar adelante ni cargos penales ni civiles contra el agente de la policía de Nueva York, Daniel Pantaleo, a quien se le ve en el vídeo con el brazo alrededor del cuello de Garner, aduciendo que no hubo intención criminal por parte del agente.
El fiscal general William Barr tomó la decisión final de no acusar a Pantaleo, optando por seguir las recomendaciones de los fiscales de Brooklyn. La decisión de no presentar cargos tiene lugar un día antes del quinto aniversario de la muerte de Garner, que también era la fecha límite para presentar los cargos.
Garner, de 43 años, quien era asmático, estaba siendo arrestado por, supuestamente, vender cigarrillos sueltos y sin pagar impuestos. Su muerte, el 17 de julio de 2014, provocó indignación y protestas en todo EEUU, sobre todo entre la comunidad afroamericana.
La frase “No puedo respirar”, que dijo hasta 11 veces durante su arresto, se convirtió en un grito de guerra por la reforma policial.
Garner falleció a causa de asfixia, según determinó la autopsia, que consideró lo sucedido un homicidio, aunque otro informe médico de la Policía concluyó que no hubo estrangulamiento.
El abogado de Pantaleo, Stuart London, dijo que la decisión de no presentar cargos confirmó que el agente no violó los derechos civiles de Garner.
Pantaleo ha seguido trabajando para el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD), aunque relegado a tareas administrativas, a la espera de que se resolviese el caso.
La Policía retrasó durante un largo periodo de tiempo el inicio del procedimiento interno contra el agente, alegando que estaba aguardando los resultados de una investigación federal.
Pantaleo ha negado siempre su responsabilidad, defendiendo que no utilizó una llave de estrangulamiento, sino una técnica de inmovilización aprobada por la Policía.
La ciudad de Nueva York acordó en su día pagar 5,9 millones de dólares a los familiares de la víctima para cerrar una demanda que habían presentado.