Es el primer territorio que ha decidido recuperar la vieja normalidad a partir del 4 de agosto y dejará de exigir el uso desde esa fecha en adelante.
Forma parte ya de nuestra rutina, incluso de nuestro estilismo. Nos ha costado meses mentalizarnos y hay quien todavía la lleva en la barbilla o en el brazo, despertando las más inquisidoras miradas alrededor. Pero el final de la mascarilla puede estar más cerca de lo que pensamos. Al menos en Alemania. El estado federado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental ha decidido recuperar la vieja normalidad a partir del 4 de agosto y dejará de exigir el uso de mascarilla de esa fecha en adelante. En Alemania no ha sido nunca obligatorio llevar la mascarilla puesta en la calle, pero sí en cualquier edificio público o establecimiento. Este paso de desescalada significará el acceso a tiendas y negocios minoristas sin tapar boca y nariz, reservándola solamente para situaciones en las que la concentración de personas sea mayor. Ya falta menos para que nos volvamos a ver las caras.
«Si la tasa de infección sigue siendo tan baja, no veo ninguna razón para seguir cumpliendo con el requisito de la mascarilla en el comercio minorista», ha defendido el ministro regional de Economía de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Harry Glawe, de la CDU de Merkel. Desde Berlín, la canciller alemana reitera que «el virus sigue ahí» y recomienda día sí, día también, el mantenimiento de la distancia de seguridad y las medidas de higiene, aunque como ella misma ha reconocido en sede parlamentaria, solo usa personalmente la mascarilla cuando sale a hacer compra. El gobierno de Schwerin planea también seguir exigiendo la distancia de seguridad de metro y medio entre personas, pero considera que la situación es lo suficientemente segura como para abordar la eliminación del requisito de las mascarillas en pequeños comercios. «Puedo entender la impaciencia del comercio para abolir el requisito de la máscara», ha dicho Glave, «la mantendremos unas semanas más y después, dato que la tasa de contagio lo permite, podremos volver a permitir la entrada en tiendas pequeñas sin la mascarilla, que no será obligatoria, pero que puede seguir siendo utilizada por quienes así lo prefieran».
Glawe también ha desvelado recientes conversaciones con sus homólogos en Bremen, Hamburgo, Baja Sajonia y Schleswig-Holstein. «Estamos tratando de obtener una regulación uniforme para todos los estados del norte de Alemania. Incluso preferiría un final a nivel nacional a la obligación de usar una máscara», ha declarado, «pero por ahora lo que puedo decir es que otros estados federados están haciendo planes en la misma dirección y buscando el momento oportuno para los anuncios». «Actualmente estamos analizando si podemos prescindir del requisito de mascarilla al comprar», ha reconocido la ministra de Asuntos Sociales de Sajonia, la socialdemócrata Petra Köpping.
En Baja Sajonia, el ministro de Economía, Bernd Althusmann, de la CDU), aboga por convertir el uso de la mascarilla en una recomendación, e lugar de una obligación. «La obligación de usar una mascarilla indica un peligro que, dados los datos actuales, no existe en gran parte del comercio minorista», ha argumentado. La Ministra de Salud de Sajonia-Anhalt, la socialdemócrata Petra Grimm-Benne, también ha dicho en público que puede imaginar un cambio a medio plazo. «Tenemos que discutir si el requisito de mascarilla en el comercio minorista se puede retirar, donde sea posible mantener una distancia, esto debe ser respaldado por opiniones científicas pero parece que sus juicios caminan en ese sentido».
Casi 10.000 muertos en Alemania
En Schleswig-Holstein, el gobierno regional ha decidido «evaluar la situación actual y, de acuerdo con los resultados que se obtengan de un amplio test a la población, implementar a principios de agosto medidas adaptadas a la situación real de infección», según ha comunicado el Ministerio de Sanidad regional. La senadora de Asuntos Económicos de Bremen, Kristina Vogt, del partido Die Linke (La Izquierda), se ha mostrado también abierta a la idea pero quiere debatir el tema en el Senado antes de tomar la decisión definitiva.
La cifra de contagios en territorio alemán se acerca ya a los 200.000, pero la cifra de muertes permanece anclada en las 9.016, en una población de más de 83 millones de habitantes. Y los Bundesländer del norte han resultado visiblemente menos afectados que los del sur. En Mecklemburgo-Pomerania Occidental, la cifra de fallecidos asciende a 20, por ejemplo, mientras que la registrada en Sajonia-Anhalt es de 59, en Baja Sajonia 635 y en Sajonia 224. La baja incidencia del virus en estas regiones lleva a sus gobiernos a una posición más relajada respecto a las restricciones, que la población acepta con mayor dificultad debido a que no percibe el virus como un peligro cercano o inminente.