El director de Cirugía Cardiovascular del Hospital Interzonal General de Agudos de la ciudad, Marcelo Martínez Peralta, habló en la 99.9 esta mañana sobre la situación que atraviesa el personal de la institución, teniendo en cuenta que faltan elementos básicos para el trabajo diario. “En el hospital, el principal problema es ése. La gente está cansada y no le importa que no haya nada”, señaló.
La salud está en terapia intensiva. La falta constante de insumos y los paros que en las últimas horas han comenzado desde el sector estatal, ponen en jaque la normal atención en los nosocomios.
En este contexto, la situación del Hospital General Interzonal de Agudos de Mar del Plata (HIGA) es muy preocupante. En esta oportunidad, el jefe de Cirugía Cardiovascular de la institución, Dr. Marcelo Martínez Peralta, volvió a reiterar su preocupación esta mañana en la 99.9.“Con los paros, las cirugías programas son difíciles de hacer, salvo las urgencias, porque si la gente se planta es muy difícil. Los médicos atienden, los consultorios funcionan, pero sin historias clínicas; en general, funciona el hospital”, adelantó, refiriéndose a la situación generada por ATE.
Si bien consideró que el cese de actividades de los trabajadores responde a reclamos puntuales, pidió que los empleados tomen conciencia de otros pedidos que se deben realizar junto con el salarial. “En los paros, los sindicatos miran mucho la cuestión salarial y hay otras cosas muy importantes que también habría que pelear. La gente quiere trabajar, responde y le gusta hacer cosas importantes; pero si uno va a buscar ciertas cosas y no están, se termina cansando y sin que le importe nada. Es el clásico dicho de ahora: es lo que hay”, remarcó el cirujano.
Por más que los trabajadores consigan ganar lo que les corresponde, hay un desgano general porque la provincia no provee los elementos necesarios para el trabajo: “ya no hay estímulo, el estímulo no es el salario. Si la gente tuviera respuesta con estas cuestiones, trabajaría igual. En el hospital, el principal problema es ése: la gente está cansada y no le importa que no haya nada”.
A pesar de los adelantos tecnológicos constantes, el HIGA parece estar atrasado en el tiempo: “estamos en 2013, uno va a cualquier hospital de cualquier parte del mundo y es una diferencia monstruosa. Lo único que te queda es ponerte a llorar”.
Hace meses que vienen pidiendo la reparación de elementos fundamentales para desarrollar su trabajo, pero nunca encuentran respuesta. Incluso, comprar el mismo aparato usado podría reducir notablemente los costos, sin afectar a la operatividad de las cirugías: “no pudimos reparar aquello que necesitábamos porque es una cuestión política. La provincia no puede comprar aparatos usados, son temas de la burocracia, por lo cual hay que pagar muchísimo dinero”, argumentó Martínez Peralta.
Todo se reduce a una conclusión que suena lamentable, pero es real: “el problema aquí es la política, la reivindico como concepto fundamental para la vida y las naciones. Desde abajo es muy difícil tomar decisiones, por eso la política bien entendida es fundamental”.