Obtuvo US$3000 millones en créditos para inversión; cautela de cara a las elecciones.
Cuando Mauricio Macri tomó el poder apostó a una “lluvia de inversiones” impulsada por el magnetismo que provocaba el cierre de un ciclo populista a los capitales internacionales. Con cuentagotas, hasta abril pasado, los desembolsos llegaron a sectores puntuales. Pero la crisis y el sudden stop (reversión del flujo inversor) cambiaron el escenario. Superada la prueba de la cumbre de líderes del G-20 , el Gobierno cosechó algunas promesas de financiamiento para proyectos, la ratificación del apoyo global frente a los organismos internacionales, pero también renovadas dudas sobre una posible vuelta del populismo.
La administración Macri enfrentó esa incertidumbre tan solo un día antes del arranque del encuentro de líderes, el jueves, en un Foro de Inversiones organizado por el Banco Mundial. En un desayuno del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne , con los principales inversores en países emergentes recibió un claro mensaje: si hace seis meses las dudas estaban focalizadas en el programa financiero, hoy son electorales. El secretario de Política Económica, Miguel Braun, también lo admitió. “La principal duda que tienen hoy los inversores que compran bonos argentinos es la situación política”, dijo el número dos de Hacienda, quien aludió directamente a Cristina Kirchner .
Pero no solo los funcionarios azuzan los fantasmas. “Siempre que se mantengan las reglas de derecho y haya un sistema jurídico fuerte, las inversiones se mantendrán”, afirmó hace tres días Ray W. Washburne, presidente y director ejecutivo de la Corporación para la Inversión Privada en el Extranjero (OPIC), luego de destrabar US$813 millones en financiamiento para inversiones en infraestructura, energía y logística. “Si las empresas estadounidenses a las que les prestamos el dinero para que desembolsen en la Argentina no se sienten seguras invirtiendo acá no vendrán, y, por lo tanto, nosotros tampoco”, cerró. La OPIC ayudaría a motorizar inversiones por US$3000 millones.
Además de esas promesas de la OPIC, el Gobierno rubricó con los Estados Unidos un acuerdo marco para fortalecer la inversión y el financiamiento en infraestructura, y la cooperación energética. Quienes pusieron la firma fueron anteayer Dujovne y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, en una reunión bilateral. “El acuerdo de hoy es parte de una iniciativa de EE.UU. denominada América Crece, a través de la ampliación de oportunidades de inversión y financiamiento en materia energética, y la promoción del crecimiento económico para ambos países. Este acuerdo está destinado a ayudar a impulsar capital del sector privado para inversiones en la cadena de valor de la energía”, dijo Mnuchin. La comunicación oficial del acuerdo no incluyó ningún monto.
La cifra global de financiamiento para inversión directa a la Argentina tras el G-20 la puso ayer Macri en la conferencia de prensa. Antes de los posibles anuncios bilaterales con China, el apoyo global -dijo- llegó a US$3000 millones. Xi Jinping inflará esa suma. Una cifra no despreciable, pero menor frente al desahogo que aportó el Fondo Monetario Internacional (FMI), de US$56.3000 millones. Ayer, la directora gerente del Fondo fue recibida en la Casa Rosada por Macri. Vale recordar que muchos de los presidentes presentes ayer en Buenos Aires fueron artífices del rescate dentro del board del FMI.
Francia también hizo su aporte, pese al desprolijo recibimiento que tuvo Emmanuel Macron , el segundo líder en llegar a Buenos Aires. Tras una bilateral entre Dujovne y su par galo, Bruno Le Maire, se anunció anteayer un convenio por 319 millones de euros que serán aportados por Credit Agricole Corporate and Investment Bank, Natixis y el Banco Santander para financiar el proyecto de Recuperación de la Capacidad de Patrullado Naval Marítimo. El mismo día, el ministro de Hacienda acordó con el presidente Europeo de Inversiones (BEI), Werner Hoyer, y con la directora argentina de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), Juliette Grundman, un aporte financiero por $322 millones para obras de infraestructura de agua y saneamiento en la provincia de Buenos Aires, y proyectos de energía solar en Jujuy.
Además, la Argentina y Japón firmaron un acuerdo de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones, y se cerró un convenio para evitar la doble imposición entre Turquía, entre otros convenios alcanzados también con México, Corea de Sur, y Jamaica.
Ayer, Agroindustria confirmó otro trato con la empresa estatal china Sinograin, por el que la compañía se comprometió a incrementar las compras de poroto de soja en dos y tres millones de toneladas para la campaña 2018/19 y entre 300.000 y 400.000 toneladas de aceite de soja e informó que se firmó con Rusia un pacto de cooperación en pesca y acuicultura.
No obstante, el plato fuerte de las inversiones llegará hoy. Ya cerrado el G-20, en la reunión bilateral con China se firmarán alrededor de 40 acuerdos sobre financiamiento de infraestructura -ya se confirmó el financiamiento para los PPP de la ruta nacional 5-, intercambio comercial, apertura de mercados y la ampliación del swap con ese país.