Un equipo español gana un concurso de diseño del Hyperloop. Vehículos futuristas para viajar más rápido y más lejos.
El transporte del futuro empieza a sonar en el presente. Se llama Hyperloop y se trata de un tren supersónico que se desplazaría en el interior de un tubo a velocidades que casi superarían la barrera del sonido: hasta 1.223 kilómetros por hora. Lo impulsa el presidente de Space X y Tesla, Elon Musk, y de hacerse realidad podría cubrir la distancia de 600 kilómetros que separa Los Ángeles de San Francisco en sólo 30 minutos.
El pasado miércoles, la startup americana Hyperloop One, que antes se llamaba Hyperloop Technologies, llevó a cabo la primera prueba pública en una pista instalada en un desierto próximo a Las Vegas (EEUU), cerca del lugar donde los hermanos Wright volaron el primer avión en 1903. El prototipo, del tamaño de un coche, alcanzó 160 kilómetros por hora. La empresa ha prometido que a finales de año realizará una prueba a escala y a velocidad real en un tubo de dos kilómetros de longitud. Con un presupuesto de 80 millones de dólares.
“Hoy estamos un paso más cerca de que el Hyperloop se convierta en realidad”, ha dicho el director general de Hyperloop One encargado de la puesta en marcha de este proyecto, Rob Lloyd. “Vamos a transportar carga en 2019 y creemos que seremos capaces de transportar pasajeros con seguridad en 2021”, ha añadido. La aceleración que experimentarían sus ocupantes no sería mayor a la de un avión. El resto del viaje, en cambio, sería mucho más suave y con un reducido consumo de energía.
Hyperloop One no es la única compañía detrás del invento. En su diseño final compiten a la vez varios talentos del mundo y algunas empresas fundadas en exclusiva para crear este tren. Una de ellas es Hyperloop Transportation Technologies (HTT), la misma que ha decidido que usará el sistema de levitación magnética pasiva, en lugar del maglev japonés que había pensado el visionario y multimillonario Musk cuando puso en marcha la idea hace tres años. Este empresario, afirmó entonces que el coste de este tipo de infraestructuras sería diez veces menor que el proyecto del tren de alta velocidad de California, por lo que el proyecto despertó el interés de muchos ingenieros.
Tecnología futurista
La levitación magnética pasiva es una tecnología desarrollada por el Laboratorio Nacional Lawrence Livermoore de Estados Unidos en los años 90, cuya licencia ha sido adquirida ahora en exclusiva por HTT para lograr un sistema más eficiente y seguro que la versión de tren maglev (levitación magnética) que se desarrolla en Japón.
La utilización de un sistema de levitación pasiva eliminará la necesidad de estaciones eléctricas a lo largo de las líneas Hyperloop, lo que hace que este sistema “sea el más adecuado para la aplicación y mantendrá los costos de construcción bajos”, declaró Bibop Gresta, directivo de la compañía.
En los maglev convencionales, los trenes requieren muchas estaciones de energía que alimentan bobinas de cobre en la línea para convertirlos en imanes. La tecnología de Hyerloop establece un imán pasivo en cada vaina (que es como llaman a cada tren por su forma alargada) y una posta de aluminio que contiene bucles de alambre. Esta configuración actúa más como un par de imanes regulares, en lugar de un electroimán que requiere un suministro constante de electricidad para funcionar.
“Desde el aspecto de la seguridad, el sistema tiene enormes ventajas, ya que la levitación se produce exclusivamente a través del movimiento. Por lo tanto, si se produce cualquier tipo de fallo de corriente, las vainas Hyperloop continuarían levitando y, sólo después de alcanzar velocidades mínimas, tocarían el suelo”.