El periodista que escribió el libro “Aduana. Corrupción y Contrabando” contó detalles en la 99.9 de la investigación que realizó. Además, señaló que en la actualidad sigue funcionando de la misma manera: “La Aduana se ha convertido en una entidad corrupta y corruptora”.
Los negociados y coimas en torno a la obra pública que explotaron mediáticamente con la aparición de los cuadernos de Oscar Centeno, tienen otro capítulo que todavía no se ha abordado: la Aduana. El periodista Enrique Vázquez es el encargado de escribir el libro “Agenda. Corrupción y Contrabando” y habló en la 99.9 sobre los negocios que existieron en los últimos años.
“No hay que circunscribirlo sólo al gobierno de los Kirchner, pero sin dudas se agravó porque inventaron una mega piñata para contrabandear el dinero que se obtenía del petróleo y el gas que nos vendía Hugo Chávez a precio de oro. Eso se llamó fideicomiso donde Olazagasti cumplió un rol importante. De ser un chico muy pobre en Villa Lugano pasó a ser un tipo con una mansión en Nordelta donde conoció a un clan de empresarios, los Levy que hicieron muchos negocios con Venezuela”, explicó primeramente.
El modo de hacer negocios con el gobierno de Chávez, era venderles todo lo que encontraban: “los Levy destrozaron a la competencia porque importaron de China los receptores de TDA (Televisión Digital Abierta) y se lo vendían a Venezuela, muchas veces ni siquiera pasaban por la Aduana Argentina y cobraban el reembolso a la exportación de bienes industrializados. El estado les pagaba un reembolso por un bien manufacturado que no era argentino, sino de China”, comentó sobre uno de los increíbles sistemas que utilizaban.
No se llega a tomar una verdadera conciencia de la situación, pero se ha ido mucho dinero a través de la Aduana que hoy permitiría al país tener una riqueza singular: “los delitos económicos son penados de una forma muy benigna. La Aduana se ha convertido en una entidad corrupta y corruptora. Si la Aduana no fuera tan corrupta, Argentina podría ser tan rica como en 1910”, aseguró el periodista.
En cuanto al control en la actualidad de la Aduana, aseguró que nada ha cambiado: “Macri nombró a un carapintada que lo primero que hizo fue sentarse a conversar con el principal contrabandista argentino que es Waldemar Barreiro Laborda. Estaban maquinando un proyecto para sacar contenedores del puerto que nadie sabe cuántos son ni que hay adentro. Cada contenedor promedia dentro medio millón de dólares de mercadería”, concluyó.