Enrique Zuleta Puceiro, analista internacional, opinó al respecto del ataque al Capitolio de los Estados Unidos por parte de simpatizantes de Trump, asegurando que estos lamentables sucesos no pueden intepretarse como un hecho aislado y son parte de un profundo proceso de deterioro de las instituciones que afecta a todo el planeta.
«Hace menos de un año, había cien ciudades incendiadas por la protesta racial», dijo. «Llevamos cuatro años en Estados Unidos de un deterioro muy grande de la institución presidencial. Trump no es sólo un presidente cuestionable por muchas de sus políticas, también es elogiable en algunos aspectos, como su postura internacional. Es el único presidente probablemente en la historia del país que no inició ninguna guerra y produjo avances importantes de paz. Por eso en Trump hay factores positivos —su política de paz fue positiva—, y también aspectos negativos. Un tipo que dinamitó el sistema internacional, salió del Acuerdo de París, rompió una tradición de cooperación entre países, especialmente ante el avance de la pandemia».
Puceiro continuó dando ejemplos de este deterioro de la institución presidencial: «El Estados Unidos de Trump es un país en donde reverdecen un montón de raíces podridas, como es el tema de la desigualdad. Hoy, se convirtió en el país más desigual de la Tierra. Volvió a emerger el racismo. También está la desnaturalización de la relación del presidente con el resto de los poderes: recordemos que dos semanas antes de la elección, nombró a Amy Barrett que, si bien es una gran jurista, es por poco una supremacista blanca. Es la primera vez que un miembro de la Suprema Corte llega sin ningún voto de la minoría».
En ese sentido, analizó que la respuesta de Trump ante su derrota es parte también de este deterioro, que abarca también a miembros del poder legislativo y judicial estadounidense: «Trump dijo en todo momento que iba a cuestionar los resultados de la elección y que ésta iba a terminar en la Corte. E intentó por todos los medios llegar a la Corte Suprema. Inclusó convenció a un grupo muy importante de senadores para que cuestionaran la elección».
Finalmente, concluyó: «Decir que lo que sucedió en el Capitolio es el resultado de un grupo de locos, de inadaptados, que entran de pronto en el Senado y montan un desastre, es para señalar que en Estados Unidos todo funciona bien y que sin embargo es un país tan libre, que permite que la gente se exprese y a veces a la gente se le va la mano. Eso no es así. Hay una crisis en las instituciones».
Extendiendo su análisis a lo que acontece en otras naciones, dijo: «La crisis de la institución presidencial alcanza a muchos países. En Inglaterra, Boris Johnson es un tipo que ha roto Europa. No es sólo el Brexit y un capricho de los conservadores. Son muestras de una irresponsabilidad tremenda por parte de muchos de los presidentes. En Latinoamérica, hay un abuso de los poderes de emergencia. Es una actitud que no los fortalece, sino que genera líderes muy débiles. Se rompen todos los canales de diálogo y, después, esos vacíos, son cubiertos por la violencia institucional».
Puceiro aseguró que, lo sucedido en el Capitolio, es una muestra más de la violencia que se vive a lo ancho y largo del planeta durante los últimos meses. «En 2019 hubo protestas en todo el mundo: en Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Hong Kong, París, y cien ciudades de los Estados Unidos. Esto se debe al deterioro de las instituciones», concluyó.