Raúl Vicente, representante de la Sociedad de Conductores de Taxis y propietario de Servi Taxi, explicó esta mañana en la 99.9 cuáles son los problemas que se generan por los cambios en los colores del transporte que ordenó la Municipalidad. “La pérdida del color amarillo en el techo quita identidad y va en contra de nuestros intereses”, remarcó.
El Municipio de General Pueyrredón ha decidido ordenar que se modifique la pintura de los taxis en la ciudad de Mar del Plata. La medida no cayó bien en algunos sectores comerciales relacionados con el servicio de taxis.
Esta mañana en la 99.9, a través de Raúl Vicente, la Sociedad de Conductores de Taxis expresó su disconformidad: “no acompañamos la idea de cambiar la pintura de los taxis, pero se aceptó porque lo aprobó el Concejo Deliberante. Planteamos que la pérdida del color amarillo en el techo quita identidad y va en contra de nuestros intereses”.
Luego, explicó los motivos: “los autos de color amarillo son muy extraños, y la gente identificaba un taxi por el color amarillo en el techo. Lo que nos preocupa ahora es que en las puertas traseras los taxis tenían logotipos de empresas de radio taxi, y es lo único que nos permite identificarnos. Cuando ubicamos a un compañero en la periferia, llamamos a nuestra empresa para decirles que lo sigan y hagan un rastreo por modulación, aun cuando son de otra empresa”.
A pesar de que han pedido explicaciones oficiales respecto de esta decisión de cambiar los colores de los taxis, no encontraron nada concreto: “no encontramos una sola fundamentación real. Pareciera que es no porque no, ellos ponen la publicidad en la puerta trasera pero todas del mismo tamaño y del mismo color. Insistimos, están poniendo en primer lugar la estética y después la inseguridad, cuando estamos viviendo una situación muy grave”.
Durante la temporada, no ha cambiado demasiado el escenario, a pesar de los constantes anuncios sobre el éxito del Operativo Sol: “reconozco que el turista estaba más seguro, y que en la parte céntrica y costera hay más presencia policial, pero nosotros a la noche tenemos gravísimos problemas. La semana pasada tuvimos un compañero con un tiro en la pierna. La semana pasada, también, nos encontramos con el titular de la Departamental, el Comisario Mayor Ibáñez, y le planteamos la necesidad de reforzar los operativos en la periferia”.
La inseguridad que se vive en los turnos de noche, principalmente, ha redundado en otros problemas: “en Mar del Plata no hay choferes nocturnos, incluso en verano hubo muchas vacantes que no podemos cubrir porque la ecuación de rentabilidad y seguridad no rinde nunca”.
Entre los grandes inconvenientes que encuentran persiste el de ser asaltados por menores que, como se dice habitualmente, “entran por una puerta y salen por la otra. He ido a acompañar a choferes que fueron asaltados y los padres, cuando van a buscar a los menores, nos dicen que no hagamos la denuncia porque ellos se llevan al chico en 15 minutos y nosotros nos tenemos que quedar horas llenando papeles. Y sucede así”.