El economista analizó a través de la 99.9 el contexto económico en Argentina y señaló que la asistencia se debería enfocar en los cuenta propistas y pymes para que la reactivación, en su momento, sea más rápida.
La economía, ante una cuarentena extendida, pasa a ser un dato fundamental porque el gobierno nacional además de establecer el distanciamiento social obligatorio, no diagramó un plan económico paralelo.
El economista Esteban Domecq indicó a través de la 99.9 que “tenemos una historia de indisciplina fiscal que nos ha llevado a que la pobreza sea estructural durante años. Las políticas económicas son herramientas para sostenernos. Nos gusta despilfarrar dinero cuando lo tenemos y luego cuando lo necesitamos no lo tenemos, como pasa en este momento”.
Este contexto habitual, es único para el continente incluso: “ningún país de la región tiene la máquina para imprimir dólares. Pero uno mira los últimos 20 años, la gran mayoría tuvo 5 o 6 años de recesión cuando nosotros vamos camino al 18 en los últimos 40 años. La crisis sanitaria la tiene el mundo, pero combatir esto requiere medidas estrictas en el formato de cuarentena pero en paralelo hay que hacer un plan de salvataje para el sistema productivo”.
El hecho principal es que no se está cuidando a los sectores productivos: “hay que cuidar a las empresas porque ya ingresaron a esta crisis en problemas. Es un cóctel explosivo para los negocios de barrio por ejemplo que en el día a día juntan el dinero para los gastos mínimos”.
La posibilidad de que la inflación siga aumentando está latente y es un problema que se puede sumar a esta difícil situación: “los números fiscales en febrero ya venían muy mal, tenemos un problema de base. Estamos entrando al túnel del coronavirus donde se permiten hacer cosas en políticas económicas que habitualmente no suceden. Habrá una expansión monetaria que no en todos los países genera un período inflacionario, pero nosotros vamos a jugar con fuego y riesgo de hiperinflación. Deberemos ser prudentes en este marco, pero no hay alternativa”.
En la actualidad, no hay plan alguno para que la economía se sostenga: “hacer la cuarentena, sin salvataje económico es condenar a muchas empresas a la quiebra. Hay que tener las herramientas preparadas cuando todo empiece a funcionar. Si no protegemos al dueño de las empresas y los cuenta propistas, la situación se va a complicar mucho más”, advirtió Domecq.
Para el especialista, se debe cambiar el lugar donde se pone el dinero, donde llega la asistencia del estado: “el problema no es de contracción de demanda sino que la oferta se paraliza por las medidas de aislamiento. Se empezará a ramificar por ahí y hay empleados que dejan de cobrar. La asistencia y los pocos recursos que tenemos, no tienen que ir al jubilado que lo único que hace es comprar alimentos que es lo único que se puede hacer en la cuarentena. El ingreso de los cuenta propistas se reduce a cero y el dinero debe ir a esos sectores para que no el sistema se rompa lo menos posible y eso hará que la recuperación cuando salgas de la cuarentena sea más rápida”.
Lo que está pasando en el mundo cambia notablemente el escenario y, sin embargo, las soluciones que se pretenden aplicar son las mismas que históricamente se han hecho: “estamos ante un cambio de paradigma, queremos aplicar las mismas medidas que hace décadas se implementan con un contexto absolutamente distinto. Las medidas del gobierno en algunos casos han llegado tarde y además, en contramano; es un doble problema”, finalizó.