La abogada señaló que hay varios problemas en la actualidad en torno a los juzgados de menores como la falta de personal y la ideología de género que no permite un abordaje detallado de cada caso. Escucha lo que dijo en la 99.9.
La justicia de menores a nivel nacional está en un momento delicado. Casos como el de Lucio Dupuy vuelven a poner en el centro de la escena como las políticas feministas no siempre debe aplicarse de la misma forma porque ha generado una fuerte deformación en tribunales que además, no dan a vasto.
Así lo explicó a través de la 99.9 la abogada Evangelina Uribe indicando que “es complejo lo que sucede”. Luego agregó que “en los 6 juzgados que tenemos en Mar del Plata hay muchos factores que integran el complejo de cuidar a un niño desde la escuela, instituciones médicas, los juzgados, las asesorías de menores, el abrigo que es una función del estado. Ese mecanismo que tiene que estar aceitado no funciona y se quiebran en algún lado”.
La falta de personal idóneo para abordar la enorme cantidad de denuncias que se realizan, es otro de los limitantes porque se termina resolviendo por generalidades cuando no se analiza a fondo lo que sucede en un expediente: “nos toca lidiar con los juzgados donde no hay personal. En un juzgado, cuando está de turno, en un fin de semana pueden entrar 700 causas por violencia. Además, el juzgado tiene que seguir trabajando con lo que ya está de trámite y hay un psicólogo, un psiquiatra y una trabajadora social. Es muy poco el personal y se resuelve en general, no se mira el caso en lo particular”.
Incluso hay algunos casos donde no se puede seguir trabajando por una cuestión cultural donde la familia decide que no se aborde más el tema: “a veces la familia cierra el círculo propio y no permite que la violencia sea expuesta. Ese hecho quedó perdido, no será visibilizado nuevamente por una cuestión propia de la familia”.
Ahí surge otro inconveniente muy grave por las consecuencias que genera sobre todo para los niños que quedan en medio de las disputas entre adultos: “existe una realidad de que los niños son abusados, la mayoría dentro de un contexto familiar y muchas veces son tapados. Sin embargo, tenemos un gran problema que son las batallas judiciales que se dan y, sobre todo, la falsa denuncia. El niño es expuesto a una cámara gesell por una denuncia porque sabe que logrará interrumpir el contacto con el otro”.
En todos los casos, los abordajes siempre tienen que ser con la cuestión de genero en el medio y no siempre se puede aplicar de la misma forma, según Uribe: “la perspectiva de género es algo necesario, pero no se puede aplicar para todo lo que tenga que ver con una mujer. Muchos clientes sienten que entran a la justicia en una situación de desventaja sólo por su condición de hombre”.