El titular de Posada del Inti habló a través de la 99.9 sobre la inacción del estado al momento de asistir a personas que tienen adicciones y además, el mal manejo presupuestario que se realiza.
La muerte del ex tecladista de los comienzos de Bersuit Vergarabat, Raúl Pagano por un cuadro de hipotermia que sufrió cuando dormía en un terreno cerca del centro de Pinamar sacó a relucir nuevamente el tema del impacto de la adicción a las drogas y como le había destrozado sus lazos familiares.
“Llevaba la música en las venas, era muy inteligente y talentoso, pero cuando estaba en un estado de alcohol o de sustancias se tornaba peligroso estar cerca de él. Vivía siempre en su realidad paralela”, dijo Claudia su ex esposa.
En ese sentido, el titular de Posada del Inti, Fabián Messina indicó a través de la 99.9 que “la muerte de Pagano visibiliza lo que sucede a diario. Las muertes por hipotermia aparecen de manera esporádica, pero hay un patrón de conducta que corresponde al consumo de sustancias que destruyen paulatinamente las estructuras sociales y familiares. Hay una valorización mínima de la propia vida”.
La asistencia para las personas que tienen este problema es difícil de articular y es hacia donde apuntó desde su experiencia Messina: “ahí es donde tenemos una deuda, el rol del estado es importante para organizar políticas públicas y empezar a rodear a estas personas de acciones que le brinden una posibilidad de salir. Nosotros nos hemos encontrado con historias tremendas y transitarlo, requiere de un equipo preparado y un presupuesto importante. En los últimos 30 años, el rol del estado en el tema de las adicciones ha dejado mucho que desear”.
Aún hoy, los organismos sociales son los encargados de brindar la asistencia para personas con adicciones y el estado hace poco para respaldarlas: “un 80% de los tratamientos en todo el país lo están absorbiendo las ONG y se plantearon 11 puntos que se presentaron al presidente de la Comisión de Adicciones. Ahí se habla de la prevención y la definición de presupuestos”.
En ese punto, hizo particular hincapié porque la desigualdad de criterios también implica una mala atención de las adicciones: “el hospital Bonaparte, tiene 50 camas de internación que suelen estar llenas, 30 espacios ambulatorios y tiene un presupuesto de 42 millones de pesos mensuales. Posada del Inti tiene un presupuesto de 4 millones mensuales para 130 camas de internación, 5 sedes, 80 empleados y 70 en ambulatorio. Tiene que haber un orden en estas cuestiones”.