Así lo indicó en la 99.9 del diputado nacional señalando que es el cambio de paradigma que se necesita abordar para tener una mejor distribución de la riqueza.
Argentina necesita una reprogramación de sus territorios para hacer una mejor repartición de su riqueza. Eso es lo que plantea el diputado nacional por Buenos Aires, Fabio Quetglas y lo explicó en la 99.9: “este año por la circunstancia de una cosecha de 147 millones de toneladas, que no es el resultado de una casualidad en un proceso recesivo, el contraste es muy claro. La economía argentina es heterogénea y compleja, hay 32 ramas de actividad industrial”.
En ese sentido, destacó que “Argentina tiene que reconfigurar su territorialidad porque tiene enorme cantidad de posibilidades a partir de sus activos naturales. Hay que terminar con el dilema que separa a la industria y a los servicios del campo. Ese proceso es un gran ecosistema que en Argentina, bien gestionado, podría darnos mayor prosperidad y condiciones de vida a todos los argentinos”.
También la explotación de Vaca Muerta es un factor importante para el desarrollo como así también todas las explotaciones mineras: “Argentina es una fuente enorme de oportunidades en el sector metalífero y minero si tuviéramos legislaciones más amigables. El turismo y los servicios de alta complejidad como el software, necesitamos tener un marco constitucional que no sea anti empresarial. La construcción de mayor equidad se necesitan empresas activas y que el empleo sea el redistribuidor social”, opinó Quetglas.
Hay muchas carencias que de a poco también se deben cubrir y por eso, el legislador explicó que “somos un país descapitalizado, hay actividades que no tienen infraestructura o se ha deteriorado. No nos sobran ingenieros, geólogos ni nada, tenemos un mito pensando que nos sobran capacidades cuando no es así”.
Por último, destacó lo que ha trabajado en energías renovables y su evolución: “la Argentina es la gran estrella mundial en inversión dentro de las energías renovables. Eso indica que necesitaremos más técnicos y dependeremos menos de la evolución de los combustible fósiles. Hay un núcleo que hoy nos prové el 60% de lo que exportamos que es el enorme complejo agro industrial argentino. No puede ser que esa bendición de la naturaleza sea tomada como un maleficio”, criticó.