Así lo explicó en la 99.9 el abogado que representa a los estibadores. Señaló que en el pliego de licitación de lo que será la zona de los silos, hay cosas que no estaban previstas: “los estibadores no quieren hablar con Merlini”, agregó.
El conflicto en el puerto de Mar del Plata tuvo un actor central que fueron los estibadores. El abogado que representa los intereses del sector es Fernando Herrera que, a través de la 99.9, dio detalles del reclamo y además de lo hablado con el Ministro de Producción de la provincia, Javier Tizado.
“El conflicto se está generando alrededor de la reestructuración de la zona portuaria que se está discutiendo en el directorio del Consorcio. Hay dos licitaciones en curso y un sistema de contratación para las empresas que van a explotar los muelles que es lo que genera el conflicto. Hubo una falta de comunicación entre Merlini y los prestadores marplatenses que traté de conciliar”, explicó.
En cuanto a la actitud del funcionario, remarcó que “primero se interiorizó de la situación del puerto en distintos temas. También tomó nota de la disconformidad de todo el sector de la estiba tanto de trabajadores como de empresarios comprometiéndose a trabajar en conjunto con la ciudad para que en la licitación se diera una preferencia para quienes vienen trabajando en el puerto”.
Los distintos procesos licitatorios del Consorcio Regional Portuario tienen muchas irregularidades y eso es lo que ha molestado particularmente al sector: “respecto de las licitaciones hay inconsistencias en las actas donde no se ponen a conocimiento los pliegos. Aparecieron publicados sin que muchos de los directores sean notificados, es una inconsistencia interna. Lo que pretendemos es que se les de preferencia a los trabajadores que hace años están haciendo esta tarea, se llama derecho de preferencia”, sintetizó.
Lo que ha quedado claro en estas horas de tensión es que los trabajadores no quieren hablar más con el presidente del Consorcio y por eso buscaron soluciones con un funcionario provincial: “los estibadores no quieren hablar con Merlini, en las actas figuran unos textos y luego han salido algunas cuestiones de letra menor que cambian la situación. Es la primera vez en la historia que se concesionaría un muelle de ultramar a un privado y es lo que se desprende del pliego. Cualquiera que quiera ingresar a esos muelles tendrá que pedirle permiso a la empresa, los estibadores están perdiendo los terrenos de trabajo y se lo están cediendo a la empresa multinacional”, puntualizó.