El perito naval habló en la 99.9 sobre los problemas que tiene la legislación en los casos de Búsqueda de buques perdidos remarcando que “hay superposición y ausencias”. Luego agregó: “tenemos dos fuerzas en pugna que lejos de agilizar las cosas, se anulan entre sí como la Prefectura y la Armada. No existe en la actualidad, una autoridad política a la cuál golpearle la puerta”.
La desaparición del Repunte y el Rigel ponen sobre la mesa temas centrales que no se solucionan, ni siquiera ante estas situaciones trágicas. El perito naval Fernando Morales habló en la 99.9 sobre la superposición de fuerzas en el protocolo de búsqueda y la falta de responsabilidad política.
“El problema con estos casos es que el tema desaparece porque no se puede encontrar los barcos y no se puede visualizar el problema, como pasa habitualmente con un siniestro de otras características”, aclaró primeramente.
Lo que necesitan estas cuestiones, es una nueva discusión sobre como se deben plantear las búsquedas: “deberíamos tener un estado que ponga reglas de juego claras. Es tan perverso el sistema que tenemos superposición y ausencias. El Ministerio de Transporte me dijo no tener responsabilidad en el control de los barcos sino la Prefectura. En el Ministerio de Seguridad también nos mandó hacia Prefectura y así con el Consejo Federal Pesquero, la Subsecretaría de Pesca y el Ministerio de Trabajo”, indicó sobre sus propias averiguaciones.
Sin embargo, al momento de las tragedias hay cuestiones que deberían estar claras para agilizar la búsqueda inmediata: “a la hora de la desgracia hay una legislación que dice que la autoridad nacional de Búsqueda y Rescate la ejercerá la Armada Argentina a través de los organismos correspondientes. Esto es de la dictadura, pero después vino la democracia y se separaron las fuerzas, la que hace el trabajo es la Prefectura pero quien tiene la autoridad es la Armada; pero la ley sigue desactualizada”, explicó.
Las dos fuerzas tienen el poder de hacer la búsqueda porque la legislación superpone sus funciones y todo queda limitado a una disputa interna que no ayuda en lo más mínimo: “tenemos dos fuerzas en pugna que lejos de agilizar las cosas, se anulan entre sí. Si miramos las páginas de las dos fuerzas, se adjudican y con razón la búsqueda de los barcos. No existe en la actualidad, una autoridad política a la cuál golpearle la puerta”.
Por otro lado, indicó que los años de trabajo del barco no siempre están asociados a los accidentes en el mar: “no siempre la antigüedad de un barco está directamente relacionada con su situación en el agua porque puede estar bien cuidado y un barco de 5 años mal cuidado, puede terminar de la misma manera”, finalizó.