Francia: la reforma de las jubilaciones que tiene paralizado al país, en siete puntos

El plan del gobierno no ha conseguido por ahora aplacar los ánimos de los sindicatos, que centran sus críticas en la edad de jubilación y en la supresión de los regímenes especiales.

La reforma de las jubilaciones presentada en detalle este miércoles por el primer ministro francés, Édouard Philippe, no ha conseguido por ahora aplacar los ánimos de los sindicatos, que centran sus críticas en la edad de jubilación y en la supresión de los regímenes especiales.

Estos son los principales ejes del proyecto presentado por el Gobierno francés:

1. Adiós a los regímenes especiales
Los 42 regímenes de pensiones que existen actualmente en Francia se eliminarán para dar paso a partir de 2025 a un sistema universal por puntos (y no por trimestres como hasta ahora).

Eso significará el fin de los llamados “regímenes especiales”, muchos de los cuales ofrecen beneficios particulares como la posibilidad de jubilarse de forma anticipada (a partir de los 52 años en algunos puestos de la compañía pública de ferrocarriles o del transporte metropolitano de París).

2. Sube a 64 años la edad para jubilarse
Legalmente se mantendrá la edad mínima de jubilación a los 62 años, según el compromiso electoral del presidente, Emmanuel Macron.

Pero en la práctica, para garantizar la viabilidad financiera, se establecerá una “edad de referencia” que subirá progresivamente hasta los 64 años en 2027. Aquellos que decidan jubilarse antes tendrán penalizaciones en su pensión, y quienes lo hagan más tarde recibirán bonificaciones.

3. Pensión mínima de mil euros
La reforma garantizará una pensión mínima de 1.000 euros a todos los que tengan el periodo de cotización completo (42 años actualmente, que deben pasar progresivamente a 43).

Esto hará que aumenten las pensiones de trabajadores que cobran el salario mínimo y de colectivos como agricultores y comerciantes, que tienen unas reglas de cotización propias.

Esa pensión mínima de 1.000 euros entrará en vigor en 2022 y tres años después, en lugar de ser una cantidad fija inmutable pasará a convertirse en el 85% del salario mínimo.

4. Una “regla de oro”
Se garantizará por ley una “regla de oro” que asegure que el valor de los puntos por los que se calculará el monto no pueda bajar. Las pensiones no estarán indexadas sobre la inflación, sino sobre los salarios.

5. Aplicación progresiva
El proyecto de ley de reforma que el Gobierno presentará el 22 de enero debería quedar aprobado en el Parlamento en verano para que empiece a entrar en vigor en 2022 para la generación nacida en 2004, que será la primera a la que se aplicará íntegramente el sistema por puntos.

En 2025 la reformará comenzará a aplicarse de forma progresiva y parcial para las generaciones posteriores a 1975. Los nacidos antes de ese año no se verán afectados y se seguirán rigiendo por el sistema actual.

6. Bonificaciones por primer hijo
Por cada hijo que nazca desde el momento de entrada en vigor de la reforma, uno de los padres podrá beneficiarse de una bonificación del 5% en puntos para la jubilación. A partir del tercer hijo, a ese 5% se le añadirá un 2% adicional. Por defecto, esos derechos se atribuirán a las madres.

También en dirección de las familias, el proyecto del Gobierno establece que la pensión de viudedad será del 70% de los derechos de los que se hubiera beneficiado la pareja.

7. “Cotización de solidaridad”
Quienes tengan ingresos superiores a los 120.000 euros anuales deberán pagar una “cotización de solidaridad” más elevada, que no repercutirá en su propia jubilación sino en nutrir las arcas de la hucha de las pensiones.