Se trata de más de un centenar de policías municipales del norte de México, que están acusados de brindar protección e información a los delincuentes. Incluso se cree que ayudaron en la práctica de secuestros.
En el Estado de Durango, al norte de México, fueron detenidos 158 policías, acusados de supuestos vínculos con el crimen organizado. La fiscal Sonia Yadira de la Garza encabezó la operación que afectó a las direcciones municipales de Seguridad Pública de las localidades de Lerdo y Gómez Palacio. Efectivos del Ejército mexicano y de la Policía Federal formaron parte del operativo.
Las fuerzas estatales y federales suplirán las funciones de la policía local en ambos municipios.
Las declaraciones de los delincuentes detenidos fueron el puntapié inicial para las investigaciones, ya que se obtuvo mucha información de los vínculos que tenían con los agentes, que daban protección e información a los criminales, “e incluso colaboraban en la privación de la libertad de algunas personas”, declaró Yadira de la Garza. Los agentes fueron llevados a la capital del Estado, Victoria de Durango, y según la fiscal algunos serán puestos en libertad en un plazo de 48 horas si no se demuestran sus nexos con el crimen organizado.