General Motors está reestructurando sus mercados internacionales deficientes.
Luego de resolver a fines del año pasado que dejaba de fabricar autos en Rusia en asociación con Lada, ahora acaba de anunciar que retirará la marca Holden en Australia y Nueva Zelanda para 2021. Pero eso no es todo: también terminará de fabricar Chevrolet en Tailandia a finales de 2020. Como resultado de estos cambios, el gigante de Detroit espera tener cargos netos en efectivo de aproximadamente u$s 300 millones.
La compañía tiene 828 empleados en Australia y Nueva Zelanda y otros 1.500 en Tailandia. Ante el impacto de las medidas, prometió garantizar una transición ordenada en los mercados afectados.
Según aseguró, la reestructuración de estas operaciones tiene como objetivo la necesidad de enfocarse en los mercados más rentables y priorizar las inversiones globales que impulsarán el crecimiento en el futuro de la movilidad, como los vehículos eléctricos y autónomos.