El alza de la economía estadounidense es la quinta más larga de 34 ocurridas desde 1900.
La expansión económica de Estados Unidos no morirá de vieja. Hoy, setenta y seis meses después de resurgir de la mayor recesión desde la Gran Depresión, el alza de la economía estadounidense es la quinta más larga de 34 ocurridas desde 1900 y casi duplica el promedio.
La recuperación desafió las advertencias de una “doble caída” superando amenazas externas, como la crisis de la deuda en Europa y la reciente desaceleración en los mercados emergentes encabezada por China, así como riesgos domésticos, entre ellos dos dígitos de desempleo, una paralización del gobierno y varias olas de frío.
El análisis optimista publicado por Goldman Sachs Group Inc. a última hora del lunes es que esa expansión tiene margen para seguir. De hecho, hay una chance del 60 por ciento de que alcance la marca de diez años y compita con el récord de los noventa, según el análisis de 355 expansiones en catorce economías desde 1850 hecho por el economista Zach Pandl.
Su investigación sugiere que la duración de las alzas ha aumentado con el tiempo, ya que las anteriores a 1950 tendían a durar sólo unos tres años. Desde entonces, el promedio de Estados Unidos viene siendo de cerca de cinco años, en comparación al de ocho años para las catorce economías examinadas.
El resultado es que incluso a pesar de que la Reserva Federal esté a punto de elevar las tasas de interés, el registro histórico le sugiere a Pandl una probabilidad de recesión de sólo entre 10 por ciento y 15 por ciento para el año que viene.
“Aunque claramente haya algunos riesgos para la economía de Estados Unidos –en especial por sucesos en el exterior– no esperamos que la expansión se muera de vieja”, dijo él.
Inquietud
No todos son tan optimistas. David Kelly, economista jefe global de JPMorgan Asset Management, concuerda en que los números bajos de construcción de casas nuevas, inflación y tasas de interés sugieren un margen para que Estados Unidos siga creciendo.
Lo que preocupa a Kelly es la velocidad a la que está sanándose el mercado laboral. En las siete expansiones que hubo desde 1960, la depresión promedio de la tasa de desempleo fue de 4,5 por ciento, en comparación al 5 por ciento registrado en octubre, el punto más bajo en siete años.
Si el desempleo sigue con su ritmo actual de baja, alcanzaría 4,2 por ciento en un año y 3,8 por ciento en abril de 2017, según Kelly. Eso bastaría para que la Fed siguiese aumentando las tasas de interés con la esperanza de preparar un aterrizaje tranquilo.
El problema es que el banco central estadounidense raramente ha logrado eso. Desde 1960, la recesión promedio ocurre solo ocho meses después de la llegada de la tasa de desempleo a su mínimo.
“Nada de esto sugiere una amenaza económica inminente para el mercado accionario de hoy”, dijo Kelly. “Sin embargo, sí sugiere la necesidad de vigilar de cerca la tasa de desocupación en los próximos doce meses para ver qué tan rápido se acerca a su mínimo y cómo afectará a la economía de Estados Unidos”.