El infectólogo marplatense participará de un estudio que busca aplicar esta droga para frenar una de las principales consecuencias del coronavirus COVID-19: el proceso inflamatorio generalizado. “Está universalmente reconocida y es medianamente barata”, dijo en la 99.9.
Con la participación de infectólogos marplatenses, se comenzará a trabajar en la aplicación de Colchicina, un medicamento reconocido para abordar enfermedades como la gota (dolor repentino e intenso en una o más articulaciones, causado por niveles anormalmente altos de una sustancia llamada ácido úrico en la sangre) buscando eliminar uno de los efectos más importantes del COVID-19.
Uno de los participantes será Gonzalo Corral que habló en la 99.9 y explicó que “es una iniciativa que surge a raíz de la pandemia y ante la falta de una respuesta que tiene la comunidad médica sobre el mejor tratamiento para los pacientes. Ahora conocemos la forma grave de la enfermedad y la comunidad médica lo empezó a conocer hace 3 meses, ahora sabe porqué”.
Justamente sobre ese punto, agregó que “además del daño que puede provocar directamente eel virus, también puede desencadenar una tormenta de citoquinas que genera un proceso inflamatorio importante con el pulmón como órgano de choque. Esto termina en la ventilación mecánica invasiva. Como no sabemos cuál es el mejor antiviral para la enfermedad, buscamos un elemento para evitar el proceso inflamatorio”.
Ahí es donde entra en escena la Colchicina como una salida: “es una droga que se utiliza para otras enfermedades y tiene un perfil de seguridad muy conocido con muy pocos elementos colaterales. Está universalmente reconocida y es medianamente barata”. Todos estos datos, generan que no se tenga que hacer un estudio previo para su aplicación: “no requiere una fase pre-clínica, sino que directamente se puede utilizar. Nosotros ya tenemos la autorización de ANMAT y nos permite empezar el estudio esta semana”, advirtió.
Lo que se está viendo también es que puede haber una reincoporación a las actividades laborales para quienes fueron afectados por el virus, pero dependiendo de la forma en la que atravesó el cuadro, varía el tiempo de regreso: “de 10 pacientes, 8 cursan asintomáticamente o con síntomas leves. Los restantes pueden llegar a una forma grave. Los que pasan por forma leve no tienen complicaciones para retomar su actividad laboral. En aquellos pacientes con formas graves, la recuperación tiene que ver con lo invasivo que se utilizó para que pueda sobrevivir. Eso hará que la recuperación sea más larga. Por lo general, no dejan secuelas pulmonares, pero necesita un proceso de recuperación”, finalizó.