Google podría afrontar multas millonarias en Australia por engañar a los usuarios sobre la recopilación de datos

Un tribunal se ha puesto del lado de la Comisión Australiana de Competencia y Consumidores, que acusó a la compañía de engañar a los usuarios sobre cómo recopila sus datos de ubicación en dispositivos Android.

Google podría verse obligado a pagar multas millonarias después de que un tribunal australiano haya dictaminado que la compañía engañó a los usuarios acerca de cómo recopila datos personales en dispositivos móviles Android.

El tribunal federal se puso del lado de la Comisión Australiana de Competencia y Consumidores (ACCC), que demandó a Google en octubre de 2019, alegando que el gigante tecnológico engañó a los consumidores sobre los datos de ubicación personal recopilados a través de dispositivos Android entre enero de 2017 y diciembre de 2018.

Según la denuncia, Google permitió a los usuarios desactivar el historial de ubicaciones, pero siguió rastreando en secreto sus movimientos a menos que también apagaran una configuración diferente en el teléfono, la opción ‘Actividad web y de aplicaciones’. El juez Thomas Thawley determinó que la práctica era “engañosa o falsa, o propensa a inducir a error o engañar” a los usuarios.

“Un mensaje contundente a Google”

“Esta es una victoria importante para los consumidores, especialmente para cualquier persona preocupada por su privacidad en línea, ya que la decisión del Tribunal envía un mensaje contundente a Google y a otros de que las grandes empresas no deben engañar a sus clientes”, señaló el presidente de la ACCC, Rod Sims, en un comunicado que aplaude el fallo como el primero de su tipo en el mundo.

Sims adelantó que el organismo de control buscará imponer multas por valor de “muchos millones” al gigante tecnológico, recoge ABC.

Google está revisando el caso y está considerando apelar, según un portavoz de la compañía, que apuntó que el tribunal desestimó algunas de las acusaciones de la ACCC y que la compañía no está de acuerdo con las otras.

El fallo llega después de una disputa de meses entre Google y Canberra por una legislación que obligó a la compañía, así como a Facebook, a compensar a los medios de comunicación locales por el contenido de sus plataformas.