«Para extinguir el incendio hay que utilizar cantidades enormes de arena que no están disponibles en Ática. Hay que traerlas de lejos y eso crea un cierto problema financiero», admite una fuente del Ministerio de Medio Ambiente.
El incendio de una fábrica de reciclaje en la localidad griega de Asprópyrgos, a unos 20 kilómetros de Atenas, sigue activo y propagando un humo espeso que contiene dioxinas por cuarto día consecutivo, debido a la falta de fondos para trasladar la arena necesaria para apagarlo. “Para extinguir el incendio hay que utilizar cantidades enormes de arena que no están disponibles en Ática (la región de la capital griega). Hay que traerlas de lejos y eso crea un cierto problema financiero”, admitió a Efe una fuente del Ministerio de Medio Ambiente.
El incendio se declaró en un solar del área industrial de Asprópyrgos, donde se encuentra la fábrica de reciclaje, y rápidamente se propagó por sus instalaciones. Aunque los bomberos consiguieron controlar el incendio el domingo, no han conseguido apagarlo todavía.
“En uno o dos días, a más tardar, conseguiremos extinguir el incendio”, aseguró hoy a Efe el portavoz de los bomberos, Nikolaos Tsongkas.
De la fábrica incendiada sale un humo espeso de color negro y maloliente que llega hasta los barrios del centro de Atenas. “El humo contiene cantidades enormes de dioxinas que ponen en peligro la salud de la gente que las inhala, por eso habría que evacuar a los habitantes (de Asprópyrgos)“, declaró a Efe Filipos Kyrkitsos, portavoz de una ONG que promueve el reciclaje.
El director de investigaciones científicas del Observatorio de Atenas, Evángelos Yerasópulos, cuyo organismo ha tomado muestras del aire en la región afectada, admitió, en declaraciones a los medios, que “la atmósfera está obviamente contaminada”.
El vicealcalde de Asprópyrgos, Andonis Karabulas, matizó a Efe que la ciudad no está afectada por el humo “gracias al viento del norte”, pero expresó su preocupación por lo que puede pasar si el viento cambia de dirección.
La fábrica incendiada, que ocupaba 2,5 hectáreas y era una de las más modernas del sector, estuvo en funcionamiento desde 2008 hasta hace unos meses, cuando se declaró en quiebra. Sin embargo, en el interior de sus instalaciones permanecían aún varias toneladas de papel y plástico reciclados. La Fiscalía de Atenas abrió hoy una investigación para determinar las causas del incendio.