Gustavo Brambati: “Las actitudes graves en siniestros viales deben ser castigadas como delito y no como contravención”

El Sub Gerente del Departamento de Seguridad Vial CESVI habló en la 99.9 acerca de la siniestralidad vial en el país y las medidas que podrían ayudar a tomar conciencia sobre el impacto que genera.

La Seguridad Vial sigue siendo una pandemia que no se visibiliza y mucho menos se combate. En el país se repiten los casos de siniestros viales con víctimas fatales y en algunos casos, ocasionados por conductores que transitan a altas velocidades y en estado de ebriedad o bien bajo efectos de drogas.

El Sub Gerente del Departamento de Seguridad Vial CESVI, Gustavo Brambati brindó su opinión a través de la 99.9 y señaló que “hay una actitud aberrante hacia la vida ajena y las normas. No solamente se pone en riesgo la vida propia sino la de los demás. El tipo que viene en la ruta, en su carril, conduciendo tranquilo y atento, estas situaciones lo sacan de esquema. Hemos hecho estudios sobre esas situaciones y el conductor que hace las cosas bien, se siente desbordado, no entiende lo que pasa, ve luces que vienen de frente y no reacciona”.

La solución pasa por una pena más dura y enmarcada en el Código Penal como pasa en otros países del mundo: “hay que modificar el Código Penal para que esas conductas sean penalizadas con cárcel, más allá de generar o no víctimas. Actualmente se castiga cuando hay heridos o víctimas o se toma como una contravención equivalente a un exceso de velocidad o un auto mal estacionado cuando es algo mucho más grave”.

Esa modificación es la que termina generando una mayor conciencia sobre estos hechos ante una sociedad que parece no cambiar de hábitos ni darse cuenta del impacto que se genera: “las sociedades más desarrolladas en materias viales están aplicando estas sanciones y además, tenemos que entenderlo de esa forma. A veces me cuesta creer que la sociedad no vea esto como un hecho tan peligroso. Ese comportamiento es un delito y debería ser castigado como delito y no como contravención”.

Socialmente, el problema se ha incrementado por las actitudes de conductores de distintos vehículos e incluso de peatones: “el uso de la vía pública está desvirtuado y se debe entender que es necesario un respeto en el comportamiento porque se paga socialmente y también con costos enormes que conllevan estas imprudencias”.