El economista indicó en la 99.9 que “es más fácil llegar a un directorio de una empresa importante si sos de La Cámpora que si estudias para ser ingeniero agrónomo”.
La extensión de la cuarentena, ha llevado a que las economías en todo el país y sobre todo en los sectores productivos, esté absolutamente detonada en una situación que preocupa en extremo.
El economista Gustavo Lázzari fue muy preciso con sus conceptos vertidos a través de la 99.9 advirtiendo que hay una clase política que comanda el país, pero no sabe de la responsabilidad que conlleva tener una empresa: “uno no está obligado a saber las penurias del comerciante, el monotributista o la pyme, pero si no lo sabés estás obligado a respetar. No sólo no saben lo que es firmar un cheque, contratar y echar a una persona, sino que tampoco lo respetan”.
Esa carencia de respeto, es la que ha llevado a una situación insostenible para muchos: “la forma de respetarlo es cuidando el proyecto de vida del otro es decir la constitución, hablamos de la propiedad privada. Los audios que se viralizan no son porque son buenos, sino porque la gente tiene hinchados los pies”.
Si bien señaló que es un momento difícil para estar al frente del país, remarcó cuál es siempre la reacción inmediata desde el punto de vista ideológico: “le doy la derecha al gobierno, nadie asume para gestionar una pandemia, pero tienen un reflejo que siempre va hacia la izquierda, ajusta para ese lado siempre. Así cometió muchos errores no forzados”.
Mientras se sigan destruyendo las fuentes laborales, se hará difícil no responder inmediatamente a la asistencia del estado: “yo no condeno al planero porque va a la ventanilla donde dan y es enorme; pero va a la del empleo y es chiquita. Hay que bajar los impuestos y sacar la ventanilla que da plata; vas a ver como la gente sale a laburar inmediatamente”, opinó Lazzari.
El sistema también colabora constantemente para destruir al emprendedor, al que decide formar un patrimonio: “Argentina está diseñada para triturar, en estos momentos hay una carnicería de negocios, se están destruyendo las fuentes laborales. Esto está al amparo de un gobierno que dice “no me importa cuando dura la pandemia”, fue una frase muy violenta del presidente”.
Para el economista, hay un caso ejemplificador: “Vicentín es la demostración de que si estudias sos un gil. Es más fácil llegar a un directorio de una empresa importante si sos de La Cámpora que si estudias para ser ingeniero agrónomo”, finalizó.