Halloween: un hombre armado con una espada mató a dos personas en Canadá

Además hirió a otras cinco víctimas, vestido con un traje medieval.

Ayer, en la noche de Halloween, en medio de la pandemia de coronavirus, y apenas días después del ataque en una iglesia de Niza, Francia, Canadá entró en alerta luego de que un hombre asesinara a dos personas con una espada y dejara cinco heridos en la ciudad de Quebec.

El sospechoso, un veinteañero vestido con ropa “medieval”, fue arrestado poco después de la medianoche local, indicó en rueda de prensa Etienne Doyon, portavoz de la Policía.

Por el momento no se identificó el motivo del ataque y tampoco al agresor, que fue detenido dos horas después de los hechos, en una persecución por las calles del Viejo Quebec. “Es un hombre vestido medieval. Es un hombre que llevaba una espada con él. Son heridas de arma blanca, eso es todo lo que podemos decirles en este momento”, agregó Doyon luego de confirmar que recibieron el primer aviso sobre los apuñalamientos poco antes de las 22:30 del sábado.

El episodio tuvo lugar en el centro histórico de la ciudad, cerca del Chateau Frontenac y la Asamblea Nacional, el parlamento provincial. Tras el ataque las autoridades pidieron a los habitantes que permanecieran en sus casas con las puertas cerradas mientras investigan lo ocurrido.

Según tres testigos citados por el diario Le Soleil, el atacante mató a su primera víctima cerca del hotel Chateau Frontenac con una espada de aproximadamente un metro de largo. Después el hombre asesinó a la segunda en la calle des Remparts. En su camino hacia el Puerto Viejo hirió a las otras víctimas.

Las cinco víctimas que sobrevivieron sufren heridas de diversa gravedad y fueron hospitalizadas pero por el momento la Policía no reveló ningún detalle sobre las identidades o edades de los afectados.

Por su parte, sobre el sospechoso, Le Soleil informó que se entregó a los agentes y que en el momento de su arresto estaba tendido en el suelo, descalzo e hipotérmico. La Policía agregó que el arrestado llevaba un año y medio planeando el ataque.

Debido a la pandemia, las calles del centro histórico de Quebec estaban tranquilas en el momento de los ataques.