De acuerdo a los últimos relevamientos del ISEPCI, nuestra ciudad tiene un 20% de pobreza. Un 6,4% de ese porcentaje corresponde a personas indigentes. Esta mañana en la 99.9, Isaac Rudnik, presidente de dicha institución, brindó detalles sobre los datos obtenidos.
Los niveles de pobreza siguen siendo significativos en todo el país, y Mar del Plata no es la excepción. Un estudio realizado por el ISEPCI (Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana) durante el segundo trimestre del año ha arrojado cifras preocupantes en relación a la pobreza y la indigencia en nuestra ciudad.
Esta mañana en la 99.9, Isaac Rudnik detalló que “hay una persistencia en los porcentajes de pobreza e indigencia. El relevamiento que hicimos sobre la base de los datos que publica el INDEC de ingreso de hogares para el segundo trimestre, nos da casi un 20% de niveles de pobreza para la ciudad de Mar del Plata; un 6,4% corresponde a personas indigentes, es decir, que a fin de mes no tienen los recursos para comer. Es un dato más que preocupante”.
Esto se produce en el contexto de 10 años donde la economía había funcionado bien y se había recaudado mucho dinero. “Después de una década de fuerte crecimiento, en la que hubo un promedio de 7%, tenemos esos niveles de pobreza e indigencia. En otros aglomerados urbanos los porcentajes son mayores, con situaciones extremas como en el Chaco, donde la pobreza llega al 48% y la indigencia al 8,4%. En el Conurbano, la pobreza está por encima del 26%”, detalló Rudnik.
Las cifras que ha publicado oficialmente el Gobierno distan mucho de las conclusiones del ISEPCI: “las diferencias con el INDEC son enormes, ya que plantea para Mar del Plata un 6,4%, pero de pobreza. Tenemos un relevamiento que nos da el triple de pobreza. hay 125.000 personas en Mar del Plata que son pobres, pero para el INDEC son 40.000”.
Las distorsiones son tan grandes que, en algunos puntos en particular, “hay una insistencia en decir que con 750 pesos una familia de 4 personas puede alimentarse durante 30 días, o que con un ingreso menor a los 2.000 pesos puede cubrir todos sus gastos”.
La tendencia, después de las elecciones, supone volver a viejos vicios discursivos. “En los últimos días hubo una orientación a retomar el discurso de que no hay inflación. Hay una expectativa por los anuncios que pueda hacer la Presidenta en su regreso a fines de la semana próxima. Hay algunos temas económicos donde debe anunciarse algo, ya sea manteniendo la misma línea o modificando cuestiones importantes”, indicó Rudnik.
Por último, se refirió al trabajo en negro, otro gran problema que genera colabora con el mantenimiento de los índices de pobreza: “hay un modelo productivo que deja afuera a un tercio de la población. Hay, además, un 25 o 30% que trabaja en negro y después se ven las consecuencias. Políticamente es muy negativo, porque no se ven ascensos cualitativos en el estudio o el trabajo, lo que genera que la posibilidad de mejora estén dentro de márgenes mucho más pequeños. Ahí aparece el clientelismo como el elemento central para acceder a la supervivencia. Hay un efecto buscado, no sorprende a los impulsores de este modelo”.