Si existe la posibilidad de explotar el recurso, hay que hacerlo, pero no de cualquier manera sino de forma responsable, por eso es fundamental generar un modelo sustentable. Ahora, también hay que generar las condiciones para hacerlo, y en esta bolsa caen empresarios, sindicalistas, gobiernos locales, provinciales y nacionales.Pocos días atrás se realizó la charla “Crisis económica y social del sector pesquero: ¿tiene futuro la pesca en la Argentina?” realizada por la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) y Fundación Vida Silvestre Argentina. Fue en la Universidad Tecnológica Nacional de Mar del Plata y ante más de 30 referentes del sector.
Allí se presentó la visión de distintos sectores sobre la situación actual y los desafíos que enfrenta la sociedad y el sector pesquero para mantener ecosistemas sanos y productivos que sostengan una actividad que logre un balance en las cuatro dimensiones de la sustentabilidad: la ambiental, social, política y económica. El evento estuvo coordinado por Guillermo Cañete, coordinador del Programa Marino de Vida Silvestre, y expusieron voces referenciales empresarias, navales y sindicales.
Se planteó además la necesidad de un programa serio de promoción de las exportaciones y de recuperación del capital de trabajo, que se viene perdiendo desde el 2008. Oscar Fortunato fue el vocero de esta postura, y con él pudimos establecer el siguiente diálogo.
N&P: Días pasados hablamos con el presidente de la Asociación de Patrones, Luis Ignoto, y nos decía que el puerto entró en “calma chicha”: no hay gente quemando gomas, pero si no se toman medidas urgentes, la actividad está complicada. ¿Es así?
Oscar Fortunato: No lo duden, lo demuestra la escasa productividad, cómo han caído la cantidad de descargas, la de exportaciones, los precios que han bajado mucho no porque bajan costos sino porque no hay compradores… Son señales evidentes. La realidad es que las empresas ya no tienen capital de trabajo, se está operando en límites difíciles. Tuvimos una reunión en Buenos Aires de todas las cámaras del país que se presentaron en una mesa de consenso pesquero nacional, la tercera en pocos días. Hicimos una presentación ante el Ministerio de Agricultura y al subsecretario de Pesca, solicitando una reunión urgente.
N&P: ¿Están caídos los puntos de venta externos?
OF: En realidad ya no es sólo cuestión de mercados, ya son muchas actividades regionales que muestran altos costos internos, que la inflación en pesos es alta y no se compensa con mejor manejo empresarial, que no alcanza la ingeniería gerencial. La realidad es que cualquiera que exporte hoy lo hace a pérdida porque los costos en pesos tienen inflación en dólares. Los costos crecen a 25% anual, y la realidad es que la paridad cambiaria es 10 o 12% anual como máximo. Si eso se acumula en cuatro años, la realidad da una diferencia que no se resuelve con mejor gerencia. Sólo medidas políticas cambian esto.
N&P: Además la creciente presión impositiva, provincial o municipal, se supone que termina impactando.
OF: Por supuesto. Y quiero plantear que si hay una presión sindical para lograr mejores valores, es lógico, porque si hay inflación, la gente necesita más para vivir, eso nadie lo discute. Pero las empresas quedan presionadas por los servicios muy altos, de hecho hay un dato simple: cuando nos redujeron hace dos años 4% los derechos de exportación -que sólo duró 6 meses-, dijimos que se podría empezar a resolver. Pero a los pocos días los derechos que pagábamos al ingresar las divisas, resolvieron que teníamos que hacerlo antes de cobrar… es decir, teníamos que poner plata antes del cobro, quizás 150 días.
N&P: Eso es una enorme complicación financiera…
OF: … para las empresas, porque el Estado se hace de un dinero mucho antes que lo que nosotros cobramos. Y todo es así, la realidad es que nosotros ya hicimos la presentación, esperamos respuesta urgente. Hicimos una lista de empresas en convocatoria, cerradas, vendiendo activos, reduciendo actividad, son 18 en el país; el principal exportador de pescado está en convocatoria y despidió 300 personas. En nuestra ciudad hay varias empresas comprometidas, de todo tamaño. Tenemos que ser conscientes de que la situación es difícil, el problema es económico y financiero, además de social y político.
N&P: ¿Es Conarpesa la que hizo un acuerdo sobre salario mínimo pero sigue paralizada?
OF: Sí, es la última que se presentó en convocatoria. No sé quién pondrá el dinero para el rescate.
N&P: El Estado dice que no tiene dinero pero luego paga subsidios. Preocupa la ausencia de interés de la dirigencia política, empezando por el Intendente, de no involucrarse en instalar el terma.
OF: Nos llamó hace unas semanas cuando la primera reunión de consenso. Teníamos que tener otra pero no hubo llamado. Yo no pude ir a la primera, pero sí el resto de las cámaras locales, y luego nada más. No sé si estará gestionando algo a nivel provincial. Hoy la situación está en decisiones políticas muy rápidas; desde el 2008 nosotros presentamos distintos documentos diciendo que esto se iba agravando. Hay una nota de una ONG ambientalista, Cedepesca, que nadie puede decir que trabaje con las empresas porque tuvimos muchas discusiones. Le presentaron al Consejo Federal Pesquero un gráfico sobre cómo derivó la actividad económica pesquera de 2004 hasta hoy; el punto de quiebre es 2008, el mismo año que nosotros dijimos que había problemas. La solución en aquel entonces era simple.
N&P: Fue cuando la inflación se comió el Spreads…
OF: Y ya estábamos en ligera pérdida compensable, pero luego evolucionó y fue abriendo la línea entre el costo de producción que crece y los precios que se estancan o bajan. Así se transformó en lo que llaman “boca de león”: se come todo. Es lo que pasa con los costos internos y lo que recibe el exportador. Esto que nos pasa a nosotros no es sólo a la pesca, les pasa también a los que hacen vino, fruta, aceitunas, el núcleo del biodiesel que tuvieron que cerrar fábricas, la fruta seca, todas las economías regionales. No somos competitivos en el mundo; nosotros en pesca exportamos el 95% de lo que producimos, si fuera otro el porcentaje sería un problema pero se podría compensar. Pero la pesca exporta casi todo a pérdida.
La tormenta perfecta
Ya en el año 2008 advertíamos desde estas mismas páginas que la pesca se encaminaba hacia una “tormenta perfecta”. La tormenta ya asuela a la pesca, tanto la marplatense como a la patagónica. Las plantas cierran, las pesqueras quiebran, los ánimos sindicales no dan para más, y sólo en Mar del Plata la conflictividad provocó un “parate” desmedido que incluyó a la captura, a la actividad de las plantas procesadoras y continuó con la logística.
Recuperar la competitividad en el mercado externo y paliar la baja rentabilidad producto de los altos costos, a través de un programa de promoción de las exportaciones y recuperación del capital del trabajo, son los pedidos que unifican a los distintos sectores empresarios pesqueros.
Los planteos son similares ya se trate de armadores, fresqueros o empresas integradas. Un aumento de costo del combustible del orden del 150 por ciento en los últimos dos años se presenta como el componente más importante a la hora de determinar el efecto de la inflación en la rentabilidad del buque y ello, sumado a un dólar oficial controlado y subvaluado, está causando la baja rentabilidad de las empresas.
El problema es que todos los costos han aumentado mucho: las tasas de puerto, 600%; la hora hombre de taller naval, 250%, llegando a niveles inmanejables. “En la situación mundial que tenemos los precios no van a aumentar, lo más probable es que bajen. Por eso, para darle competitividad al sector hay que ver cómo paliar el problema con otras herramientas”, planteó Fortunato.
En el último tiempo no han tenido contacto con el Gobernador pese a notificar regularmente a las autoridades de esa jurisdicción: “la vía de la Provincia nunca existió” como nexo con el Gobierno nacional, se lamentó. Considera que ante el constante reclamo de todo el sector, “sería lógico que funcionarios de la Provincia hubieran bajado a ver qué pasa”.
Gustavo Pulti ha dicho en cuanto micrófono se le cruza, que “recuperar la plena operatividad del puerto de Mar del Plata supone diversos beneficios y es prioridad de la gestión”. Pero en referencia al rol que el Intendente ocupó durante el paro del SiMaPe, “la mejor prueba es cómo terminó todo: terminó de la misma forma en que hubiésemos arreglado dos días después de iniciado el paro”, señala Fortunato.