La fiscal supervisora del fuero metropolitano, Verónica Guagnino, habló en la 99.9 sobre la investigación que llevaron adelante para intentar desbaratar una banda que se encargaba de abastecer a los manteros en la zona de Retiro. “Algunas de las personas que están involucradas, hemos demostrado que tienen conexión con grupos barras bravas”, agregó.
En el fuero metropolitano, se llevó adelante una investigación que tenía como objetivo desmontar la red que abastece a los manteros que trabajan en la zona de Retiro. Fruto de ese trabajo se detuvo a una mujer que tenía una participación importante en el control de la venta, aunque los medios de Buenos Aires, indicaron que la habían detenido sólo “por vender en la calle”.
En la 99.9, brindó detalles de la investigación la fiscal supervisora Verónica Guagnino, quien aclaró en principio que “intentamos no perseguir directamente al mantero que puede ser quien está en una situación laboral precaria, algo que es común en el país; sino que intentamos dirigirnos hacia quienes explotando a estas personas, son las que realmente tienen las ganancias más importantes del negocio”.
En manos de estas personas encontraron todo tipo de mercadería destinada a distintos puestos. “en Retiro había un claro ejemplo, allí había mucho textil que es producido a nivel nacional, pero también había otras mercaderías como el rubro juguetería, es decir peluche y plástico, que generalmente es producto importado de manera ilegal porque no está debidamente facturado en aduana. Puede ser de contrabando o robadas. Por otra parte, había una gran cantidad de electrónica como telefonía, computación y accesorios del tipo fundas, cargadores y demás”, detalló Guagnino.
La mujer que fue apuntada como una de las máximas responsables “era de un nivel intermedio en la organización”, aseguró la fiscal, pero después agregó que “la investigación tiene más de 50 personas acusadas y cada una con distintos niveles de participación. Muchas de ellas fueron ya objetos de una sentencia condenatoria y en el caso de esta mujer, lo que resultaba novedoso es que además de la organización de la venta ambulante, percibimos que además tienen todo un sistema que les permite llevarla a cabo con acciones de presión y violencia sobre quienes quieren evitar esa actividad”.
Más allá del delito de contrabando, también ocupaban un lugar que está destinado al tránsito de las personas: “se encargaban de cortar el espacio público en una zona tán álgida como Retiro y eso logramos comprobarlo después de una investigación bastante complicada. Debimos analizar detalladamente fotos aparecidas en los medios gráficos, compararlas con otras fotos, hubo un amplio trabajo investigativo”.
Como en casi todos los casos, Verónica Guagnino aclaró finalmente que había relación con las barras. “Algunas de las personas que están involucradas, hemos demostrado que tienen conexión con grupos barras bravas. En esta investigación y en otra que se lleva adelante en la zona del Correo Central, aparecen estas conexiones”.