El presidente de la Sociedad de Fomento Colinas de Peralta Ramos, Adalberto Simón, indicó esta mañana en la 99.9 que el barrio está preocupado por la aparición de personas a bordo de motos que les roban las mochilas a los alumnos e incluso venden droga en la zona. “Entran con las motos, hacen un rally y se escapan”, contó.
La inseguridad es una constante en todos los barrios de la ciudad. Y habitualmente en N&P aparecen testimonios sumamente preocupantes desde distintos puntos de Mar del Plata, mientras el dinero que debería invertirse en seguridad se gasta en publicidad para la consulta popular del 9 de junio.
Esta mañana en la 99.9 habló el presidente de la Sociedad de Fomento Colinas de Peralta Ramos, Adalberto Simón, transmitiendo la grave preocupación del barrio por dos cuestiones centrales: la venta de drogas a la salida del colegio secundario y los robos a los alumnos.
“Sucede en el Colegio Colinas de Peralta Ramos, hemos detectado robos de mochilas y venta de droga a la salida. Es algo pausado, una semana sí y la otra no. Han percibido que los estamos vigilando. Le pedimos a la Comisaría Tercera que mande un patrullero para esa hora. Es algo que venimos luchando desde el año pasado, se acercan chicos con motos para robar o vender drogas”, indicó Simón.
Aunque han pedido ayuda a los efectivos policiales de la zona, nada parece servir: “el esfuerzo que hace la Comisaría, lamentablemente no alcanza. Nunca podemos agarrarlos y nos enteramos por los comentarios de los chicos o por terceros. En el horario de la una y media de la tarde a las seis y media, es una zona que está desprotegida”, indicó.
La mayoría de los delitos se cometen con la utilización de motos, algo a lo que la policía debe prestar atencióna. “Hay mucho robo. La semana pasada estábamos con personal de mantenimiento arreglando un portón, porque lo abrieron para robar un acoplado en la madrugada del dos de enero de este año. Vimos pasar una moto y, atrás, un auto en contramano; se lo habían robado a un vecino con su señora cuando estaban entrando a la casa”, ejemplificó Adalberto Simón. Luego agregó: “a dos cuadras estaban robando a otro hombre mayor, lo tiraron al piso y le robaron todo. Entran con las motos, hacen un rally y se escapan”.
Las charlas con los responsables policiales terminan coincidiendo en lo mismo, pero nadie puede parar la ola delictiva en el barrio: “esto lo hablamos con el Comisario y el Subcomisario. Por más que pongan un patrullero, los delincuentes entran y salen con mucha rapidez. Habría que tener controles en las motos. He visto operativos que paran a los que andan con casco y a los que van sin casco no los paran”. Luego sospechó: “es impresionante la cantidad de motos que se secuestran. Pero uno ve que andan de a dos en moto y sin casco y los patrulleros no hacen nada. Me llama la atención que esto pase”.
Al no tener demasiada respuesta, desde la Sociedad de Fomento intentaron advertir a los chicos que concurren a esa institución: “tratamos de que los chicos, cuando llegan, ingresen al colegio y no se queden en la vereda. Ellos siempre intentan venderle a los chicos, pero no es que todos consuman. También vienen de otros lados a comprar ahí porque saben que están a esa hora”. Incluso recibieron recomendaciones de especialistas en delitos relacionados a las drogas, pero todavía no han podido todavía con los vendedores: “el año pasado vinieron desde la Fiscalía Antidroga a dar clase a los chicos. Estuvieron merodeando la zona en varias oportunidades, pero nunca los pueden atrapar”.
Por último, Simón destacó que los ladrones y vendedores de drogas nunca están en la escuela a la hora de la salida sino que llegan unos minutos después: “esta gente viene después del horario de salida, si los chicos salen 17.30 aparecen a las 17.45, y aprovechan para tratar de venderles a los chicos que se quedaron en la esquina”.