La responsables de la Zona V de Hidráulica de la provincia de Buenos Aires, Susana Laborde habló en la 99.9 sobre las inundaciones generadas en distintos puntos y también sobre las obras en el barrio privado Rumencó: “uno de los problemas es que se urbanizan las zonas de desborde de los arroyos”.
Los problemas generados por el Barrio Privado Rumencó en Mar del Plata han sido reflejados en “Noticias & Protagonistas” a través del testimonio de los vecinos de Quebradas de Peralta Ramos que están reclamando por una solución desde hace 7 años y la situación está cada vez peor.
Desde Hidráulica de la Provincia de Buenos Aires, habló en la 99.9 Susana Laborde titular de la Zona V que es la que corresponde también a nuestra ciudad: “actuamos por denuncia, las que hemos tenido por Rumencó las hemos llevado adelante. Nosotros actuamos como inspector, pero la parte legal se hace en Autoridad del Agua. En uno de los casos se logró rectificar la obra que estaba denunciada, pero con todas las obras clandestinas hay una cuestión con el seguimiento que no se cumple”, señaló.
Como nadie controla que una vez que se retiró la obra ilegal se pueda volver a colocar en el mismo lugar, tampoco exista la interacción entre los entes: “no sé cuáles serán las obras por las que están denunciando ahora porque no tenemos interacción con la Autoridad del Agua”, aseguró la ingeniera.
El principal problema ante cada inundación termina en un factor común, la ocupación de tierras que están destinadas al desagüe de los cauces. “En Luján, en Tigre, Mar del Plata y Tandil, se urbanizan las zonas de desborde de los arroyo. El negocio inmobiliario tiene tanta presión que terminan haciéndolo. Los barrios que se hacen no están entrelazados entre sí y ahí también debemos buscar los problemas”, aclaró. También advirtió que “hemos tenido discusiones en Tandil por ejemplo, porque cuando se hace un proyecto se pide una factibilidad hidráulica y la damos o no. Cuando vemos que hay presión para hacerlos porque el mismo estado las pretende usar para hacer casas, debemos ponernos firmes”.
Otro de los ejemplos, al momento de reclamar obras, es tener en cuenta la situación de cada zona puntualmente: “Ayacucho ha tenido una afectación grandísima porque tienen agua en la ciudad en un 40%. Tuvieron 300 milímetros en 3 días y no hay obra preparada para detener esa cantidad de agua y que no entren a la ciudad”, aclaró Laborde.
Los cambios que introducen los productores agropecuarios también se tornan un factor importante de analizar dentro del contexto: “la zona nuestra hoy es una bocha de pelado, como le digo yo, porque no hay nada y donde cae una gota, corre. La sociedad también se debe hacer cargo de su responsabilidad con esto, para que no se generen estas situaciones. En las zonas altas antes se veían las terrazas de cultivos con los albardones y esto ahora no se ve por los sembradíos de soja con muy poco espesor de suelo. El agua que antes bajaba con determinado tiempo hasta al pie, ahora en 5 minutos llega”, comparó.
También es cierto que la cantidad de agua caída en muy poco tiempo, antes no se daba con tanta frecuencia y ahora sí: “el cambio climático nos está marcando que las lluvias serán muy grandes y ya no quedarán en 80 milímetros”.
Lo que se reclama inmediatamente son obras, pero Susana Laborde aclaró que “el año pasado se licitaron muchas obras pero los tiempos administrativos son muy largos. Están licitadas y adjudicadas, nosotros sabemos que se van a hacer, pero el clima que se genera frente a esto en la gente esperando una obra que no llega, es entendible”. Por último, destacó que hace mucho tiempo que no incorporaban gente para trabajar y tener una mayor capacidad de respuesta: “el año pasado incorporamos ingenieros, algo que no teníamos hace 10 años. Ojalá tuviéramos un plantel y máquinas para operar de manera urgente, pero con lo que tenemos estamos trabajando”.