Las advertencias sobre un posible intento de Rusia de influir en los resultados electorales no permiten depender de la informática en las próximas elecciones”, dicen desde Interior.
El Consejo Electoral holandés contabilizará manualmente los votos de las elecciones generales del 15 de marzo y comunicará los resultados por teléfono, ante la creciente preocupación a un ciberataque que pueda influir en el resultado de los comicios.
“Las advertencias sobre un posible intento de Rusia de influir en los resultados electorales no permiten depender de la informática en las próximas elecciones”, dijo a Efe Julia Rademaker, portavoz del Ministerio del Interior.
Tras las informaciones que relacionaron a Rusia con varios ciberataques durante los recientes comicios presidenciales en Estados Unidos para favorecer la victoria de Donald Trump, las agencias de inteligencia alertaron de que esa situación podría repetirse en Holanda. “Ante los indicios de que Rusia puede estar interesada en influenciar en los comicios, habrá que recurrir al viejo lápiz y papel para contar los votos”, indicó el ministro holandés del Interior, Ronald Plasterk, al informar de la medida adoptada, porque, subrayó, hay que “evitar cualquier sombra de duda”.
El propio viceprimer ministro holandés, Lodewijk Asccher, reconoció que “no se atreve” a comunicarse por teléfono con el jefe del Gobierno, Mark Rutte, debido a la “alta preocupación por el espionaje ruso” desde el derribo en Ucrania de un avión de Malaysia Airlines en 2014 con 298 personas a bordo. “No puedo descartar que los actores estatales (extranjeros) puedan intentar influir en las decisiones políticas y la opinión pública” en Holanda, señaló Plasterk en una misiva enviada ayer al Parlamento holandés.
Según el titular holandés de Interior, el sistema que se utiliza en los colegios electorales es “vulnerable” a los piratas informáticos y eso “plantea preguntas sobre si las próximas elecciones podrían ser manipuladas”. Aunque sea un proceso más lento, no se utilizará el sistema electrónico para contabilizar los votos, ya que el recuento manual es “más seguro”, añadió.
En una investigación publicada a finales de enero, el experto holandés en seguridad cibernética Sijmen Ruwhof comprobó que el software utilizado actualmente en las mesas electorales es “anticuado” y “muy vulnerable” a los piratas informáticos. Los comicios generales de marzo en Holanda tienen especial importancia porque son los primeros de una serie de votaciones que medirán este año el nivel del populismo y el euroescepticismo en Europa.
De hecho, el Partido de la Libertad (PVV), del ultraderechista Geert Wilders, junto al liberal Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD), encabezado por Mark Rutte, se debaten el liderazgo en las encuestas de intención de voto. Ambos ya han descartado formar una coalición de cara a las elecciones y tendrán que negociar con las otras fuerzas políticas.
Para estos comicios, según el Consejo Electoral holandés, hay 31 partidos registrados, de diferentes ideologías y con distintas prioridades, una cifra récord en la historia electoral de Holanda, mientras que en la anterior cita con las urnas de 2012 concurrieron 21 formaciones políticas.
Esta situación complicará aún más el escenario político, ya que se exigirá negociar con más actores para formar la necesaria coalición de Gobierno que exige la naturaleza del sistema holandés. “Esa es una gran ventaja. Nos automoderamos en los comicios gracias a las coaliciones que deben formarse para que haya Gobierno. Esa naturaleza del sistema político hará que no haya un único partido que se quede con todo el pastel, sino que se lo dividan”, declaró hoy a Efe el analista Diederik Brink.
Inicialmente, 81 partidos mostraron interés en participar en las elecciones, pero no todos lograron cumplir las condiciones necesarias para ello, como los apoyos o la fianza económica para poder inscribirse.
El analista reconoció que este gran aumento en el registro de partidos es “una moneda con dos caras”: una mayor fragmentación del paisaje político holandés, pero una amenaza y complicación para la constitución de la coalición necesaria para formar Gobierno. De acuerdo con las últimas encuestas, este escenario complicará la formación de la coalición porque se necesitarán acuerdos entre al menos cinco partidos distintos.
Además de las fuerzas tradicionales, como el laborista PvdA, el liberal VVD y el democristiano CDA, han aparecido otras nuevas como la antirracista THINK, fundada por la política negra Sylvana Simons. Otras formaciones aparecen como resultado de desacuerdos durante la última legislatura, como Nuevos Caminos, fundado por el exlaborista Jacques Monasch, con la educación, la sanidad y la defensa como ejes de su programa electoral.
También vuelve a la política Orgulloso de los Países Bajos (PRIDE), que se retiró de los comicios anteriores, o Artículo 1, conocido como VNL. Asimismo, se multiplican los partidos de tendencia cristiana, como Jesús Vivo, Unión Cristiana o el Partido Político Reformado (SGP).