En el mundo menos del 1 por ciento de los recursos de agua dulce están disponibles para el consumo.
Un grupo de científicos chinos desarrolló un tipo de membrana mejorada para desalinizar el agua, es decir, sacarle la sal y convertirla en dulce. De este modo, se aumentaría el reservorio del líquido para el consumo de la sociedad.
Este avance también ha servido para demostrar una de las principales contribuciones de Alan Turing a la ciencia. Si bien el matemático es conocido por descifrar la máquina Enigma alemana durante la Segunda Guerra Mundial y por desarrollar las bases de la informática moderna, en 1952, apenas dos años antes de morir, publicó su único artículo sobre química. En él proponía que, en ciertas condiciones, dos sustancias químicas que se mezclan pueden separarse espontáneamente y crear un patrón de rayas único, comúnmente llamado “patrón de Turing”.
Estos patrones se pueden ver en las marcas de diferentes animales, las estructuras de ciertas plantas, e incluso en los patrones de construcción de algunas colmenas de insectos.
Poniendo esta teoría en práctica, estos científicos idearon estructuras de Turing de puntos y rayas para crear membranas permeables con una capacidad mucho mayor para purificar agua. Utilizaron algunos productos químicos llamados poliamidas para crear una membrana que deja pasar el agua mientras bloquea la sal. Además, las estructuras de Turing le permiten superar una limitación fundamental de estos tipos de filtros de agua.
Las pruebas han revelado que este sistema tiene una excelente capacidad para separar el agua de la sal, superando a los métodos de nanofiltración tradicionales.
Los autores mencionan que, mientras que las membranas clásicas implican un intercambio en el que una mayor invariabilidad de permeabilidad de agua conlleva una menor selectividad agua-sal, su nuevo sistema presenta tanto una alta permeabilidad como una alta selectividad entre los elementos.
Este nuevo tipo de filtro aún se encuentra en las primeras etapas de desarrollo, y pasará un tiempo antes de que pueda comenzar a purificar agua salada a gran escala. Una vez que eso suceda, la visión de Turing podría ayudar a millones de personas a obtener agua dulce.
En el mundo, el agua es un bien tan escaso que solo el 0,5 por ciento es potable; el otro 97,5 por ciento es demasiado salada; y el resto, un 2 por ciento, está atrapada como hielo polar.