Ingenio argentino

Es inagotable. Parece mentira en una sociedad crispada, nerviosa, adolescente en muchos aspectos, pero sistemáticamente surgen talentos en todas las áreas imaginables del quehacer humano. Desde el arte al deporte, pasando por la ciencia y la tecnología. A veces parece que todo lo atamos con alambre y funciona. Así seguimos sorprendiendo a propios y extraños.

pag.3 a¿No le pasó que, cuando más necesitó el celular, estaba sin batería y no había enchufe a mano, o estando de viaje no encontró el adaptador? Si no le pasó es porque no usa celular, y de esos quedan pocos. En esos casos podría entrar en escena el Spare One, un aparato que diseñó y fabrica el argentino Alan Cymberknoh. El primer modelo apareció el año pasado, y ahora está mostrando la segunda versión de este celular en la Consumer Electronics Show, que invadió esta ciudad hasta mañana. Funciona con la conocida pila AA, no permite SMS o imágenes, pero puede ser la rueda de auxilio en cualquier emergencia. Tiene asimismo otros usos, como lo explica Cymberknoh, su inventor.

 

“Su ventaja es su simplicidad. No hace falta cargar, prendido dura 15 días, y apagado 15 años con la misma pila”.

Alan Cymberknoh

Noticias & Protagonistas: ¿Nos cuenta cómo llegó a este invento?

Alan Cymberknoh: Trabajo en la telefonía móvil desde que era estudiante, hace años que diseño celulares. Trabajé en empresas grandes, multinacionales, también en planificación de nuevos productos. Soy ingeniero en comunicaciones y electrónica, y siempre me interesó la energía, las baterías, las pilas; una cosa llevó a la otra, me especialicé en teléfonos, donde la batería juega un rol principal. Este teléfono funciona con una pila alcalina, que podemos sacar de un control remoto o un juguete. No es el primer producto que hice que funciona así, ya hay un par de teléfonos en el mercado en India, que usan pilas. La diferencia es que el Spare One usa sólo una, los otros eran más complejos. L que tiene éste de ventaja es su simplicidad: no hace falta cargar, si está siempre prendido dura 15 días, y apagado 15 años con la misma pila.

 

N&P: En un mundo donde las redes son cada vez más globales y el uso de estas tecnologías se vuelve imprescindible, es toda una revolución.

AC: Todos sufrimos en algún momento el problema de no tener un celular a mano, o no tenerlo cargado; a veces por emergencias, otras en casos menos graves, o en situaciones donde se necesita un teléfono cerca. Es ahí donde este invento juega, porque las pilas no se descargan por muchos años. El teléfono puede quedar guardado en una guantera, en una valija o cajón, y siempre se sabe que, si se lo necesita, ahí está. Hay gente que viaja y lo deja en sus coches, tiene un teléfono extra que lo sacará de emergencias si no tiene carga el de uso habitual o no encuentra el cargador.

 

N&P: ¿Cómo se comercializa en Estados Unidos, y qué chance hay de que llegue a la Argentina?

AC: Empiezo aclarando que no fue diseñado en Estados Unidos; yo viví los últimos años en Hong Kong, estuve siete años trabajando allá, una parte de esa China que tiene récord de crecimiento. Pero el mercado número uno, por tema de seguridad, es Estados Unidos. De todos modos es un producto que tiene un perfil global; no está diseñado sólo para americanos sino para todos. Es económico, puede usarlo desde una ama de casa a alguien que trabaje todo el día, un niño; es un producto genérico.

 

N&P: ¿Cuál es su origen y formación?     

AC: Soy de Capital Federal, del barrio de Belgrano. Me fui de Argentina luego de la crisis de 2001, viví en Francia unos años, allá me formé en ingeniería, trabajé en París en el sector de celulares, y eso me llevó mucho a Asia, a la que visité varias veces.

 

N&P: ¿Cómo fue la experiencia de Hong Kong? Háblenos de su vivencia personal, de la vida más allá de los números

AC: Hong Kong es una ciudad muy rara: es China, pero por 150 años fue colonia inglesa, entonces tiene un toque muy británico. Es muy desarrollada, es la New York de Asia; el crecimiento es importante, pero ya estaba dado antes de la unificación. China es la potencia, pero le falta mucho, recién está arrancando: el desarrollo está en las ciudades, pero es un país muy grande, hay tantas provincias y etnias tan diferentes, que recién ahora está en sus comienzos. Yo creo que le faltan 30 o 40 años para que sea un país totalmente desarrollado. No es el caso de Shangai, Pekín, Huangzou, con esos rascacielos increíbles, pero eso no es la verdadera China. Es más: a la gente le falta mucho, que sean ricos no quiere decir que no les falte aún mucho por aprender, más creatividad.

 

N&P: Volviendo al teléfono, ¿es geolocalizable?

AC: Hay dos aplicaciones: la idea es que el consumidor adquiera uno y que pueda bajarse una aplicación y lo pueda instalar en su Iphone o teléfono inteligente, y desde allí podemos localizar dónde está el celular por medio de la red, sin necesidad de usar satélites. Es un sistema sencillo pero poderoso, apoyado por el sistema de Google Map, y podemos usarlo no sólo para mostrar dónde el usuario está, sino para geolocalizar el producto.

 

N&P: ¿Es elemento de rastreo?

AC: Esa es la otra función, la más comercial. Es interesante para negocios pequeños: en Argentina, en una pizzería hay 5 o 6 motitos, y el jefe, detrás del mostrador, puede ver dónde está cada uno en tiempo real, y con un costo mínimo o directamente con ninguno.

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