Juan Manuel Santos habría utilizado al Estado del Vaticano como su caja fuerte; una sofisticada forma de ocultar dinero que también emplean otros presidentes y expresidentes, la mayoría con ideas de izquierda como Cristina Fernández, Lula Da Silva, Evo Morales, Rafael Correa, Raúl Castro, Daniel Ortega y Nicolás Maduro, todos con cuentas en el Instituto para las Obras de Religión (IOR), antes conocido como el Banco Ambrosiano, dependencia bajo investigación desde septiembre de 2010 por una serie de operaciones relacionadas con posible lavado de dinero de particulares a través del (IOR).
El expresidente de Colombia Juan Manuel Santos figura como titular de la cuenta 001-3-16764 con un saldo de 390 millones de Dólares, asociados a Inc Global Tuition & Education Insurance Corporation, la misma firma que apareció en el informe conocido como ´Papeles del paraíso’ que señalaba dineros ocultos en Barbados.
No es una simple coincidencia que Juan Manuel Santos haya escogido al banco del Vaticano para guardar esa gruesa suma de dinero cuya procedencia es sospechosa y desconocida.
Todo forma parte de una operación denominada (Ruta del dinero K) un mecanismo de blanqueo de dinero producto de la corrupción en la que la expresidenta argentina Cristina Fernández fue pionera de la mano de su paisano el Papa Jorge Mario Bergoglio.
La expresidenta de Argentina que robó a manos llenas en su país envió mediante valijas diplomáticas con el sello de la Cruz Roja cientos de millones al Instituto para las Obras de Religión (IOR) en una de las operaciones de lavado más grandes de la historia aprovechando e instrumentalizando las características de las cuentas en el Vaticano similares a un paraíso fiscal. Todo esto se ha hecho a través de dos fundaciones, una de ellas adscrita a la cruz roja y con compañías en Panamá creadas precisamente por Mossack Fonsecala firma que montó toda la estructura de empresas y cuentas para ocultar dinero descubiertas en los ´Papeles de Panamá’.
Una persona muy de la entraña del Vaticano, el experto argentino Diacono Jorge Sonnante, ya presentó una demanda en la Fiscalía General de su país en la que señala todos los detalles de la Ruta del dinero K en la que Juan Manuel Santos y otros presidenciables colombianos figuran como algunos de los más ricos.
No ha sido una simple casualidad la intromisión del santo padre en los asuntos políticos, su impulso al proceso entre Santos y las FARC, su silencio frente a los corruptos gobiernos de izquierda de la región y el genocidio de hambre provocado por Nicolás Maduro en Venezuela; un silencio que solo se romperá cuando nuevamente salga humo blanco.