Se trata de José Luis Cabello, quien denunció al gremio por maniobras con dólares en la época del cepo cambiario. Iba con su esposa y fue abordado por dos presuntos motochoros, que los golpearon con saña.
José Luis Cabello, uno de los denunciantes del Surrbac en la causa donde se investigan presuntas maniobras en la compra de dólares durante el cepo cambiario, alertó que en las últimas horas fue víctima de un violento intento de robo en barrio Santa Isabel Segunda Sección mientras iba a bordo de una motocicleta junto a su esposa.
En diálogo con Mite Córdoba, Cabello relacionó el hecho a las recientes detenciones de los líderes gremiales Mauricio Saillen y Pascual Catrambone.
“Fui a buscar a mi esposa al trabajo pasadas las 21. Se me había roto el auto, asique me manejé en moto”, comenzó el relato.
“Íbamos llegando por camino Alta Gracia, cerca de la Universidad Católica, llegando casi a mi domicilio. Aparece una moto con dos individuos con casco a golpearnos, simulando aparentemente un robo, tironeándonos la cartera y golpeándonos con saña, tratando de tirarnos de la moto”, describió.
Cabello contó que los supuestos ladrones los hicieron caer de la moto y continuaron la golpiza “descomunal”, en medio de insultos pero sin ninguna frase que pudiera relacionar el hecho a las detenciones de los gremialistas.
Sin embargo, insistió en relacionar el episodio con su denuncia ante la Justicia.
Entre los elementos que lo hacen sospechar que no se trató de un robo al azar, mencionó “la cilindrada de la moto con la que iban” y que el hecho se haya producido horas después de conocerse la noticia de las detenciones.
Cabello, quien ya había recibido intimidaciones en enero pasado, realizó la denuncia judicial y este jueves volverá a Tribunales para solicitar custodia.
La denuncia
Respecto a la denuncia que sobre las maniobras con dólares, contó: “Había denunciado la compra de dólares en el momento del cepo. Ellos utilizaban compañeros para hacer ciertas compras, con un número fiscal en la Afip”
Y, agregó: “Trasladaban a algunos compañeros a una sede bancaria donde tenían un box armado para la gente del Surrbac. Ellos les retenían los dólares. Les daban un canon y les daban a los compañeros un retiro en pesos y pasaban a las cuevas a comprar dólares”.