El estudiante italiano apareció asesinado en El Cairo en el 2016 con signos de tortura.
Poco después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, honrase a su homólogo egipcio Abdul Fatah al Sisi con la legión de honor –la mayor condecoración en Francia– durante su polémica visita de Estado, desde Italia llega una ducha de agua fría para el Gobierno egipcio. La Fiscalía de Roma ha concluido su investigación por el secuestro y el asesinato del italiano Giulio Regeni, un estudiante de doctorado de la Universidad de Cambridge que estaba investigando sobre los sindicatos en Egipto y desapareció sospechosamente en enero del 2016 en El Cairo, en el quinto aniversario de la revuelta contra Hosni Mubarak. Su cuerpo fue encontrado casi una semana después con signos de tortura que sugerían la participación de las fuerzas de seguridad egipcias.
Ahora la justicia italiana ha lanzado la hipótesis de acusación a cuatro miembros de los servicios secretos de ese país de secuestro, lesiones personales y asesinato. Concretamente al general Tariq Sabir y los agentes Athar Kamel Mohamed Ibrahim, Uhsam Helmi y Magdi Ibrahim Abdelal Sharif, mientras que consideran que no hay suficientes pruebas para imputar a un quinto agente que creían que también estaba involucrado. Según la ley italiana, ahora los fiscales dan veinte días a los cuatro imputados para responder a los cargos con escritos o documentos y después podrán pedir a un juez que sean procesados. “Tenemos pruebas inequívocas y significantes”, dijo el fiscal jefe de Roma, Michele Prestipino. “Solo habrá un juicio por el asesinato de Giulio, y será en Italia”, prometió. Lo más probable es que se termine juzgando a los acusados sin que se presenten en Roma.
La investigación italiana no coincide con la de la Fiscalía egipcia, que hace unos días concluyó que Regeni fue víctima de un robo que terminó mal y cerró “temporalmente” la investigación, provocando la ira de los familiares del italiano.
Los investigadores creen que el mayor Magdi Ibrahim Abdelal Sharif fue el principal torturador de Regeni y quien lo terminó matando de forma “voluntaria y autónoma” con el fin de encubrir las torturas. La reconstrucción que presenta la Fiscalía italiana pone los pelos de punta. Creen que los cuatro acusados infligieron a Regeni agudos sufrimientos físicos durante varios días, con instrumentos cortantes y quemaduras. Le provocaron numerosas lesiones traumáticas en la cabeza, cara y extremidades con patadas, puñetazos o palos y garrotes. Unas lesiones que terminaron provocándole una “insuficiencia respiratoria aguda de tipo central” que le llevó a la muerte.