El número de casos de afectados por la enfermedad de Kawasaki se ha incrementado en los últimos meses: se produce, generalmente, en los menores de cinco años.
Es la primera vez que luchamos contra el coronavirus y, por eso, cada síntoma nuevo y cada efecto secundario nos asusta y sorprende. A mediados de semana conocíamos la noticia de que Javier Ortega-Smith había tenido que ser ingresado tras sufrir varios trombos en piernas y pulmones, lo que nos da una idea de la magnitud de la nueva enfermedad que ha azotado al mundo: no solo aquellos aquejados con problemas cardiovasculares son pacientes de riesgo, sino que estamos descubriendo que también puede dejar secuelas que afectan a los vasos sanguíneos.
Hasta ahora, el nuevo coronavirus ha tenido mayor impacto en ancianos y en personas con afecciones de salud crónicas, pero en los últimos días se han producido nuevos fallecimientos de menores a causa de un síndrome inflamatorio asociado con el virus, elevando la preocupación de que pueda representar un mayor riesgo para los niños que el propio covid-19. El último caso se ha producido este fin de semana en Marsella: un niño ha fallecido tras manifestar síntomas compatibles con el síndrome de Kawasaki, una rara afección. Aunque todavía no se ha podido demostrar si está relacionado con el coronavirus, las pruebas parecen bastante claras: en la ciudad francesa, donde solo se registran de media tres casos anuales de esta afección, cinco niños han sido hospitalizados por la misma desde el inicio de la epidemia de coronavirus. En toda Francia se han detectado 125 casos desde el uno de marzo y el 52% ha dado positivo por coronavirus. El último sería el del niño de 9 años fallecido este sábado. En Italia también han aumentado los casos (10) al igual que en Reino Unido (40).
“Es una situación realmente inquietante y todos los padres deberían estar preocupados”, señalaba el pasado miércoles el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, según informa ‘The Guardian’. En el estado también han aumentado los casos de esta rara enfermedad, pues según confirmó Cuomo, al menos 100 niños han sido diagnosticados con el síndrome de Kawasaki y por el momento han fallecido tres. Entre el 29 de abril y el 3 de mayo, 15 pacientes entre dos y 15 años fueron hospitalizados aquejados con fiebre, erupción cutánea, vómitos y/o dolor abdominal. Hasta ahora, el 60% de los niños con síntomas parecidos a los de Kawasaki en el estado de Nueva York habían dado positivo antes por Covid-19.
El síndrome o enfermedad de Kawasaki afecta, generalmente, a los niños menores de cinco años. Provoca que los vasos sanguíneos se inflamen e hinchen, y los síntomas típicos incluyen fiebre y sarpullido, ojos rojos, labios secos, glándulas inflamadas y enrojecimiento de las palmas de las manos y las plantas de los pies. Alrededor de una cuarta parte de los niños aquejados con la enfermedad experimentan complicaciones cardíacas, pero si se trata adecuadamente en el hospital no es, generalmente, mortal. Se desconoce su causa, aunque algunas investigaciones relacionan su desencadenante con una infección viral, por ello se está relacionando con el coronavirus. Fue diagnosticado por primera vez en niños japoneses en la década de 1960 y no parece ser contagioso ni hereditario, según la American Heart Association.
Por el momento, hasta que se tenga más información al respecto, el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades ha acordado incluir el síndrome como una posible complicación derivada de la enfermedad del coronavirus. El pasado jueves, en Estados Unidos, se emitió una guía para que los médicos aprendan a reconocer y reportar casos del síndrome. “La incidencia de esta enfermedad no es muy alta”, ha puntualizado Fernando Simón en rueda de prensa, explicando que, no obstante, en nuestro país también “parece haberse dado un incremento de los casos de Kawasaki este año”.