Italia impone un metro de distancia entre las personas para luchar contra el coronavirus

El Gobierno de Italia ha aprobado un decreto-ley de urgencia con medidas para frenar la difusión del coronavirus.

Las autoridades italianas continúan movilizadas ante la difusión del coronavirus en el país transalpino, que ya cuenta con más de 1.800 infectados, 52 fallecidos y 149 personas curadas, según el último balance oficial. El Gobierno italiano un decreto con nuevas medidas anti-contagio que anula las ordenanzas de los alcaldes, refuerza las medidas de higiene y divide al país en tres áreas en función del impacto del Covid-19: la llamada ‘zona roja’; las regiones de Lombardía, Véneto y Emilia-Romaña, y algunas provincias del territorio nacional donde se ha registrado un mayor número de contagios; y el resto del país.

En la ‘zona roja’, los diez municipios aislados en la región de Lombardía y el pueblo véneto de Vo’ donde murió la primera víctima italiana, el Gobierno mantiene la prohibición de entrar o salir a los residentes. En estas zonas se mantendrán cerradas las escuelas, teatros, museos, centros comerciales y tiendas, excepto los supermercados y pequeños comercios que venden artículos de primera necesidad donde para acceder los ciudadanos deberán llevar mascarillas.

La normativa prolonga la suspensión de realizar cualquier tipo de reunión pública o privada, incluyendo eventos de carácter cultural, deportivo y religioso, incluidos aquellos desarrollados en espacios abiertos. Asimismo, en estos 11 municipios del norte de Italia, donde permanecen aisladas unas 50.000 personas, se prohíbe el transporte de mercancías y de pasajeros, así como las actividades laborales de las empresas situadas en el territorio.

El Gobierno ha delimitado además una ‘zona amarilla’ que comprende las regiones más golpeadas por la expansión del coronavirus: Lombardía, Véneto y Emilia-Romaña, a las que se unen las provincias de Pesaro, Urbino y Savona. En estos territorios permanecerán cerrados al menos hasta el 8 de marzo los colegios y universidades, museos, teatros y discotecas, mientras que bares y restaurantes podrán abrir pero sólo se permitirá el servicio en la mesa y no en la barra. Se suspenden las competiciones deportivas y los viajes de aficionados que viven en estas regiones, pero se autoriza los entrenamientos a puertas cerradas y bajo estrictas medidas de seguridad.

LA MEDIDA DE UN METRO DE DISTANCIA

La apertura de las iglesias y otros lugares de culto quedará condicionada a la adopción de medidas para evitar la aglomeración de personas de modo que éstas puedan mantener al menos un metro de distancia entre ellas, que es el espacio mínimo, según los expertos, que evita que las partículas de saliva que se dispersan al hablar, toser o estornudar, puedan alcanzar a quienes están alrededor. El primer experimento se llevó a cabo en la Catedral del Duomo, en el centro de Milán, que este lunes abrió las puertas a pequeños grupos de turistas y fieles.

Por otra parte, en las provincias de Bérgamo, Lodi, Piacenza y Cremona, todas ellas en Lombardía y Emilia-Romaña, se cerrarán las tiendas y centros comerciales los sábados y domingos, con la excepción de las farmacias y los supermercados que podrán permanecer abiertos. La región de Lombardía ha recomendado, además, que los mayores de 65 años, la población más vulnerable a la enfermedad, evite salir de casa.

En el resto de Italia, la normativa prohíbe las excursiones escolares hasta el 15 de marzo, aconseja el teletrabajo y refuerza las medidas de higiene. En este sentido, el texto incluye una serie de recomendaciones como lavarse las manos a menudo, cubrirse la boca y la nariz cuando se tose o estornuda, no auto-medicarse y usar la mascarilla sólo si existe sospecha de haber contraído la enfermedad o se acompaña a personas contagiadas. Además, las empresas de transporte público de todo el país deberán esterilizar los vehículos para evitar la propagación del virus y los edificios de la administración pública deberán disponer de geles desinfectantes