Joe Wolek, el turista salvado por Chocobar: “Estoy decepcionado por el fallo”

El fotógrafo norteamericano recibió 10 puñaladas del delincuente, que finalmente fue abatido. Opinó que “Chocobar intentó ser una buena persona y un servidor público”.

Joe Wolek (57) es el fotógrafo estadounidense que recibió 10 puñaladas en el barrio porteño de La Boca el 8 de diciembre de 2017. Con motivo de su cumpleaños número 54, vino de vacaciones a Argentina. Pero su cámara llamó demasiado la atención y dos delincuentes lo asaltaron.

El policía Luis Oscar Chocobar (34) intervino en el hecho, ayudando al turista y abatiendo a Juan Pablo Kukoc (18) en el proceso.

Durante el juicio a Chocobar, el estadounidense declaró como testigo y presenció el fallo que sentenció al policía a dos años de prisión en suspenso.

“Estoy decepcionado”, dijo Wolek en una entrevista a Clarín. “Estoy convencido de que Chocobar intentaba ser buena persona y un servidor público”, aunque reconoció que “el castigo podría haber sido mucho más severo”.

Respecto al delincuente que sobrevivió, dijo que “para ser brutalmente honesto, comencé a preocuparme cada vez menos y menos de lo que pudiera pasar con él. No busco ningún tipo de venganza. Espero que de alguna manera, si él puede aprender de esto, se convierta en una mejor persona”, expresó.

“Si ya ha aprendido lo suficiente, que pueda regresar a vivir bajo las normas, disfrute de su juventud y sea un buen ciudadano. Pero si no es así, debería cumplir más tiempo en la cárcel hasta que lo logre”, dijo en referencia al ladrón sentenciado a nueve años de cárcel.

Sobre a la condena a Chocobar, Wolek opinó que “un veredicto condenatorio nunca es bueno, pero estoy seguro de que el policía saldrá de esta situación más fuerte en el futuro. Tampoco creo que los jueces lo hayan condenado a la ligera y probablemente deliberaron un montón yendo y viniendo sobre el tema”.

ESTADOS UNIDOS

El periodista le consultó a Wolek acerca de qué hubiera pasado si el mismo hecho hubiera ocurrido en Estados Unidos. El fotógrafo respondió que “Habló sobre esto” con su sobrino, “Aron, que es policía de Los Ángeles. Él no me pudo decir mucho, pero sí que entendía que hubiera una investigación sobre los hechos. No creo que esto hubiera creado aquí una tormenta política, salvo episodios muy fuertes que exponen cierta segmentación de la sociedad”.

Además, opinó que “esto hubiera sido solo un caso de un policía que persigue a un ladrón y no hubiera llegado a juicio. Pero no podría decir si hubiera terminado igual o no. Definitivamente, no habríamos llegado a la tormenta de fuego política en la que se convirtió el caso allá”.

Por último, dijo que siente que el proceso “es un capítulo que está cerrado en mi vida y todo va a terminar. Estoy agradecido por ello, fue un camino muy largo. Obviamente no estuvo tan mal para mí como para el oficial Chocobar o como los días malos que viví hace tres años y medio. Desde entonces, las cosas volvieron a ser normales para mí y me están pasando algunas cosas buenas en la vida, incluso durante la pandemia”, cerró.