El analista internacional opinó en la 99.9 sobre las consecuencias que podría tener la visita de Nancy Pelosi a la isla y se refirió a las primeras consecuencias que ha tenido.
La visita de Nancy Pelosi a Taiwán ha desatado una nueva realidad en torno a lo que está pasando en la isla y sobre todo, a una relación que se mantenía en una tensa calma.
El analista internacional Jorge Castro, dio su punto de vista en la 99.9 sobre lo que podría pasar a partir de ahora porque definió al conflicto como un hecho de “envergadura mundial que enfrenta a las dos superpotencias del mundo actual, Estados Unidos y China”. Luego agregó: “para China es una cuestión vital de seguridad nacional por lo tanto está en juego el propio sentido de la identidad nacional, que es la expresión de una civilización política que tiene 5 mil años de antigüedad”.
La primera reacción china, ya demostró que hay algo que cambió en la relación que se mantenía y eso puede ser peligroso: “después de que arribara el avión militar que llevaba a Nancy Pelosi, el gobierno Chino anunció que se habían puesto en ejecución de inmediato seis zonas militares para realizar ejercicios combinados que rodean la totalidad de la isla de Taiwán. Esas seis actividades militares tendrán una duración de 4 o 5 días. Eso está pasando ahora e incluye la participación de la totalidad de las Fuerzas Armadas Chinas. Hay que prever que esto modificará definitivamente el status quo respecto de la isla entre Estados Unidos y China que estaba vigente desde 1972. Lo que debemos ver ahora sobre estas operaciones militares es que se profundizarán para establecer un nuevo status quo en las condiciones de soberanía de la isla atravesando el espacio aéreo”, aseguró.
Lo que está claro es que el gobierno chino tiene como objetivo conservar a este territorio dentro de su soberanía a pesar de la historia que tiene Taiwán: “fue una colonia japonesa durante más de 50 años después de la guerra entre Japón y el Imperio Chino en 1897. Ha sido una isla con una historia paralela muy distinta a China. Para todas las partes en pugna, Taiwán fue una parte indisoluble de China y es la posición que tiene el gobierno actual”.