Jorge Castro: “No está en juego de modo alguno la soberanía alimentaria ni una empresa testigo”

El analista internacional indicó en la 99.9 que los dos motivos expuestos por Alberto Fernández para la expropiación de Vicentín, no tienen respaldo: “el sábado hubo un rechazo generalizado a la decisión del gobierno”, agregó.

El planteo de expropiación de Vicentín por parte del gobierno de Alberto Fernández, lleva a pensar en el escenario que se quiere plantear respecto de las realidades que efectivamente suceden.

El analista internacional Jorge Castro fue muy claro en su descripción de las consecuencias que podría tener que el gobierno finalmente lograra su cometido. Para ello hay que comenzar por la importancia de China en el mercado: “el dato estratégico fundamental respecto de China es que se ha convertido desde 2001 en la principal consumidora por lejos de materias primas del mundo actual. Ha ocupado un lugar histórico que le correspondía a Estados Unidos, compra más del 60% de la soja mundial”, explicó en la 99.9.

Eso se debe a que necesita alimentar la carne que luego consume: “otro dato estratégico que tiene es que depende para la alimentación de su población animal, especialmente porcina, y se la alimenta con soja proveniente del hemisferio americano. Sólo 3 países son responsables del 90% de la producción de soja mundial: USA, Brasil y Argentina y además nuestro país es el primer exportador y productor mundial de harina de soja que es fundamental para la alimentación. Vicentín en ese contexto es la sexta a nivel mundial”, agregó.

En ese contexto, la decisión de expropiar bajo los motivos expuestos por Alberto Fernández no tiene razón de ser para Castro: “el precio de los granos en el mercado mundial está establecido por los indicadores del propio mercado. Acá no está en juego en modo alguno tanto el criterio de seguridad alimentaria, que es una rémora del pasado, ni el concepto de empresa testigo porque no hay ninguna en este mercado mundial donde todo se maneja a partir de la oferta y demanda”, dejó en claro.

Eso ha llevado a que la gente se exprese en las calles como sucedió el pasado sábado: “la decisión de intervenir y expropiar Vicentín generó una respuesta inmediata que abarca al sector agroindustrial exportador, sino que también se ha sumado un respaldo de la clase media de los centros urbanos. El sábado hubo un rechazo generalizado a la decisión del gobierno de Alberto Fernández”.