El argentino que trabaja como Director de Relaciones Internacionales de Hadassah, la organización que representa al hospital homónimo que cuenta con dos sedes en Jerusalem habló en la 99.9 sobre el ensayo clínico con camostat mesylate, medicamento utilizado para tratar la pancreatitis y que podría evitar que el COVID-19 ataque células sanas.
El mundo está buscando distintos paliativos para atenuar el impacto del COVID-19. En Israel, se está comenzando un ensayo clínico para el uso de un medicamento -camostat mesylate- que habitualmente se utiliza para la pancreatitis, buscando que evite que muchos casos se transformen en graves.
El argentino Jorge Diener, Director de Relaciones Internacionales de Hadassah, la organización que representa al hospital homónimo que cuenta con dos sedes en Jerusalem; habló al respecto en la 99.9: “empezamos el experimento hace dos días, partiendo de la hipótesis de que este medicamento, a partir de resultados que se encontraron en el tratamiento de la pancreatitis, tiene la posibilidad de hacer que el virus no ataque las células sanas para detener los casos donde el coronavirus no es agudo aún. Eso podría frenar el ataque del virus que luego provoca la insuficiencia respiratoria grave”.
Es una fase de la enfermedad que todavía no había sido abordado por la ciencia y que permitiría un doble efecto inmediato: “es un desarrollo muy diferente a lo que se ha utilizado hasta ahora porque no ataca la etapa sintomática, sino a frenar la evolución del virus dentro del paciente. Tendrá un impacto doble que es lo más interesante porque no sólo se verá en los pacientes sino también en los servicios sanitarios; evitando el desborde de los hospitales, camas y respiradores”.
Sobre la situación en Israel, Diener señaló que se trabajó con velocidad para evitar que el virus tuviera una presencia fuerte en el país: “la cuarentena está bajo control porque el ministro de Salud pertenece a uno de los partidos ultraortodoxos y ha tomado buenas medidas. Al principio, algunos grupos no le respondieron pero luego lo pudieron controlar”, destacó sobre algunas internas políticas que se desataron al momento del aislamiento.
Las medidas adoptadas tuvieron una rápida respuesta: “Israel fue uno de los primeros que cerró casi completamente las fronteras. Primero con los países donde había una epidemia generalizada como Italia y China, luego Europa en general. Fue realmente muy rápido y permitió contener la importación del virus”, finalizó.