El ex Secretario de Energía de la Nación habló en la 99.9 acerca de los desafíos que hay por delante ante un exceso en los subsidios que no se podrá sostener en el tiempo.
La generación de energía es un verdadero problema en el país porque las tarifas están congeladas hace un tiempo y los subsidios que se pagan para sostener la actividad, son realmente altos. Este contexto fue analizado por el ex Secretario de Energía de la Nación, Jorge Lapeña en la 99.9.
En principio, se refirió a la última exportación de gas que se hizo y aclaró que “fue de pequeña cantidad, puntual, exploratoria y con un gas excedente que se juntó a lo largo del año, se licuó y se mantuvo en un barco de pequeña magnitud. Se hizo una exportación de prueba, no masiva”. Por el contrario, la tendencia de obtener energías renovables no se ha detenido: “Argentina está avanzando en energías renovables y siguió haciendolo en el 2020 a pesar de la pandemia. Hoy en día aporta más que la energía nuclear”.
El principal problea que afrontará el sector tiene que ver con lo económico porque hay una evidente descompensación: “tenemos un problema muy serio dentro de la economía de la energía. Las tarifas están congeladas pero el gas y el petróleo argentino son de alto costo de producción. Tenemos dos problemas porque consumimos el gas más caro de lo que debería ser y el petróleo también, sin embargo la producción ha caído por el impacto de la pandemia pero también de tener productos que no son competitivos”.
Para Lapeña, uno de los principales problemas es que se dejó de buscar nuevos lugares de los cuáles extraer el gas y se va agotando los únicos recursos con los que se cuenta: “teníamos una enorme reserva de gas natural, el Yacimiento de Loma de la Lata que le permitió tener al país gas abundante y barato en una cantidad suficiente para que tome más del 50% del mercado energético argentino. YPF era el que exploraba y descubría nuevos yacimientos de gas pero dejó de hacer ese trabajo y toda la actividad petrolera se dedicó a extraer de los yacimientos. Como es un recurso no renovable, la producción se hace cada vez más cara porque cuesta más extraerlo”.
Eso deriva en subsidios para no mover las tarifas pero a niveles que son imposibles de mantener a lo largo de los años: “el año pasado 6 mil millones de dólares fueron al sector energético en diversas formas para que pudiera funcionar. Sin ese subsidio las empresas hubieran ido a la quiebra. Esos subsidios no se pueden sostener en el largo plazo, el sector energético consumió en los 15 años algo así como 100 mil millones de dólares que van del Tesoro Nacional a las empresas para que puedan funcionar”, explicó.
El gran desafío ahora pasar por la resolución que se debe tomar desde la política: “esto nos pone en las puertas de un desafío político profundo y hay que ver si esta política que se especializa en ganar elecciones, puede solucionar los problemas de fondo”.